El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, declaró este martes la “responsabilidad política” del presidente Nicolás Maduro en la grave crisis del país y solicitará a la Fiscalía que investigue si existen razones para abrir un juicio contra el mandatario que lleve a su destitución.

La votación fue aprobada por toda la bancada opositora, después de que los diputados chavistas se retiraran del hemiciclo denunciando un “golpe de Estado” y recordando que el “juicio político” (impeachment) no existe en la Constitución y que las decisiones del Legislativo son nulas desde que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) lo declaró en “desacato”.

Tras una discusión de dos horas y media, el presidente del Parlamento, Henry Ramos Allup, anunció que por “unanimidad” quedó aprobado el acuerdo que declara “la responsabilidad política del presidente por la grave ruptura del orden constitucional y democrático, la violación de derechos humanos y la devastación de las bases económicas y sociales de la nación“.

El texto contempla pedir al Ministerio Público “que examine los hechos expuestos y se pronuncie sobre la procedencia de solicitar un antejuicio de mérito contra el presidente de la República”, en medio de una aguda escasez de alimentos y medicinas y una disparada inflación.

Luego de que el diputado chavista Pedro Carreño tomara la palabra para enfatizar que el TSJ prohibió al Parlamento continuar con la discusión por considerarla ilegal, la bancada oficialista salió en bloque del hemiciclo.

Y en las inmediaciones de la cámara, los legisladores encabezaron un acto que llamaron “juicio popular” a la Asamblea, en el que hicieron varias advertencias contra ese “golpe” de la oposición.

Sin revocatorio

La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) había pospuesto este juicio parlamentario -barajando incluso la posibilidad de declarar el “abandono del cargo” de Maduro- para facilitar el inicio del diálogo con el gobierno, el pasado 30 de octubre.

Pero hace una semana congeló las conversaciones por considerar que el chavismo incumplió los primeros acuerdos, y en exigencia de una salida electoral a la crisis con la reactivación del referendo revocatorio contra el presidente -suspendido el 20 de octubre- o el adelanto de las elecciones presidenciales de 2018.

Sin que ninguna de esas posibilidades avanzara, la MUD decidió retomar su ofensiva contra Maduro después de críticas internas y de los electores por participar en el diálogo, que el Vaticano y la Unasur -los facilitadores- tratan de reflotar.