Ciudadanos de 35 países diferentes, entre ellos dos españoles, figuran entre las 157 personas muertas en el accidente de un Boeing 737 de la compañía Ethiopian Airlines que volaba de Adís Abeba con destino a Nairobi este domingo, anunció el presidente de la compañía etíope.

Entre los 149 pasajeros y ocho tripulantes figuraban además de los españoles 32 kenianos, 18 canadienses, nueve etíopes, ocho italianos, ocho chinos, ocho estadounidenses, siete franceses, siete británicos, seis egipcios, cinco holandeses, cuatro eslovacos, tres austriacos, tres suecos, tres rusos, dos polacos, dos israelíes y cuatro indios.

Además había personas provenientes de Bélgica, Djibouti, Arabia Saudita, Irlanda, Mozambique, Indonesia, Ruanda, Serbia, Noruega, Sudán, Somalía, Uganda, Togo, Nepal, Yemen y Nigeria.

También había cuatro pasajeros que viajaban con pasaporte de la ONU.

En el lugar del accidente, la Agence France-Presse constató el despliegue de militares y policías, así como la presencia de un equipo de investigación de la Agencia etíope de aviación civil. Policías de civil prohibieron sacar fotos en el lugar.

El Boeing 737 había despegado a las 08:38 (hora local) del aeropuerto internacional Bole de Adís Abeba. El piloto reportó “dificultades” poco después del decolaje y pidió regresar al aeropuerto, indicó a la prensa Tewolde GebreMariam.

“El piloto mencionó que tenía dificultades y que quería regresar”, los controladores “lo autorizaron” a dar media vuelta y regresar a Adís Abeba, declaró en conferencia de prensa en Adis Abeba.

El aparato debía aterrizar en Nairobi hacia las 10:30 (hora local). Las condiciones meteorológicas eran buenas el domingo por la mañana en la capital etíope.

El aparato se estrelló en la región de Bishoftu, a unos 60 km al sur de Adís Abeba.

El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, expresó en Twitter sus “profundas condolencias a las familias de los que perdieron sus allegados en el vuelo regular” de Ethiopian Airlines.

“Estamos afligidos por las noticias que indican que un avión de línea de Ethiopian Airlines se estrelló seis minutos después de despegar en dirección a Nairobi. Mis oraciones son para todas las familias y a los allegados de los que estaban a bordo”, dijo por su parte en Twitter el presidente keniano, Uhuru Kenyatta.

El constructor estadounidense Boeing indicó el domingo estar “profundamente triste” por la muerte de las 157 personas.

Un avión reciente

La compañía estableció una célula de crisis para informar a los pasajeros y habilitó líneas telefónicas para los familiares y allegados de los pasajeros del aparato.

En su cuenta Twitter, los colores característicos de la compañía fueron reemplazados por negro y blanco.

En el aeropuerto internacional de Nairobi los allegados de los pasajeros dieron cuenta por la mañana a Agence France-Presse de sus pocas esperanzas de volver a ver a sus parientes.

“Espero que todo vaya bien”, dijo Peter Kimani, que fue al aeropuerto a buscar a su hermana Florence Wangari, una enfermera “que viaja mucho”. “Sólo podemos rezar para que no haya subido al avión”.

Jalid Ali Abdulrahman fue al aeropuerto a buscar a su hijo. Se enteró allí que el avión se estrelló. “Estaba en estado de shock pero poco después mi hijo me llamó para decirme que seguía en Adís Abeba, que no había subido al aparato”, dijo.

La compañía Ethiopian Airlines, controlada en su totalidad por el Estado etíope, tuvo una fuerte expansión los últimos años. Su flota, la más importante del continente africano, tiene más de 100 aparatos.

En 2018 un estudio de la consultora ForwardKeys indicaba que Adís Abeba había superado a Dubái como primer aeropuerto de tránsito para los pasajeros que llegan al África subsahariana.

El Boeing 737-800 MAX que se estrelló era un aparato reciente, entregado en 2018 a la compañía.

El último accidente grave de un avión de línea de Ethiopian Airlines fue el de un Boeing 737-800 que estalló poco después de su despegue de Líbano en 2010. Los 83 pasajeros y siete miembros de la tripulación murieron.