El programa tiene un estricto protocolo respecto al consentimiento y el consumo de alcohol a la hora de mantener relaciones sexuales dentro del espacio.

La cena romántica para Coni y Sebastián en Gran Hermano -que generó grandes peleas y el fin de una amistad- terminó de inesperadamente cuando la pareja comenzó a mostrarse más apasionada.

Tras una comida, que según ellos mismos opinaron no había sido de todo su gusto, y donde además habían discutido, los jugadores quisieron dejar las peleas atrás.

De hecho, mientras Coni estaba sentada en la cama, Sebastián le recuerda que había dos cámaras de Gran Hermano justo en ese lugar. Ella, en tanto, le reconoce que ya ni las considera.

Lo que sí piden es bajar las luces, porque “esto está demasiado como un estudio fotográfico”.

El abrupto fin de la cena de Coni y Sebastián en Gran Hermano

Fue ahí cuando ambos se acostaron en la cama dispuesta en la habitación y se cubrieron con un plumón, subiendo de tono la escena.

En ese preciso momento se escucha la voz de Gran Hermano. “Atención, por favor, Sebastián, Constanza. Recuerden que han bebido alcohol y en consecuencia no pueden tener sexo”, les advirtió a ambos participantes, quienes consumieron vino durante la cena.

Ante la incredulidad de Constanza y Sebastián, les reiteró. “No pueden tener sexo. La cena ha finalizado, deben regresar a la casa”, dijo.

“Nos cacharon muy califas”, bromeó Sebastián, mientras Constanza agradeció y se disculpó con Gran Hermano.

El estricto protocolo

Recordemos que durante los primeros días del reality, Francisca y Lucas vivieron un episodio parecido, lo que está relacionado con el estricto protocolo que maneja el espacio en temas de sexo y consentimiento.

De hecho, cada participante está obligado a expresar abiertamente ante la cámara su aprobación a la hora de tener relaciones sexuales, independiente de si es el primer encuentro con un participante o bien trate de su pareja establecida.

Este consentimiento puede ser verbal o bien, con un gesto con el pulgar hacia arriba hacia la cámara. La práctica busca evitar cualquier situación de abuso sexual que pueda ocurrir entre los concursantes.

Además, está prohibido intimar en caso de que se haya consumido alcohol, como ocurrió con Constanza y Sebastián.

Estos reglamentos surgieron a raíz de una fuerte polémica en la edición española, Gran Hermano Revolution, luego de que en 2017 Carlota Prado, una participante de la edición, fuera violada tras una de las populares fiestas del espacio.