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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Exfutbolista Jorge "Kike" Acuña reveló en Podemos Hablar cómo perdió su fortuna regalando siete casas y pagando costosos regalos a supuestos "amigos" que solo estaban con él por interés, dejándolo en la ruina. Acuña, sobrio hace nueve años, expresó su decepción al descubrir que no le brindaron apoyo cuando lo necesitó.

El exfutbolista Jorge “Kike” Acuña contó en Podemos Hablar cómo perdió su fortuna que amasó durante su carrera deportiva, pagando costosos regalos a quienes consideraba sus “amigos”.

Durante su participación como invitado en el programa de CHV, Diana Bolocco le preguntó si efectivamente llegó a regalar siete casas, ante lo cual Acuña respondió: “Desafortunadamente, sí”.

“Se las regalé a amigos que yo pensaba que me querían por lo que yo era, y no por lo que yo les podía entregar”, mencionó Acuña, quien cumplirá nueve años sobrio.

“Transcurrido el tiempo me di cuenta que ellos no me querían absolutamente nada y que estaban conmigo solamente por interés”, agregó.

El “Kike”, quien reveló que llegó a pagar una cuenta de almuerzo de dos millones 800 mil pesos, contó que se dio cuenta de las intenciones de sus supuestas amistades cuando en un momento de su vida les pidió ayuda.

“Pedí ayuda y recurrí a ellos, pero yo no quería plata sino que quería que me dieran la posibilidad de trabajar, en algo en lo que les pudiera servir… pero me dieron la espalda”, mencionó.

“Hasta el día de hoy estoy esperando que me llamen y esto fue hace siete años atrás”, expresó.

“Pagué pensiones de alimentos de amigos para que así pudieran ver a sus hijos. Ya no son amigos, hoy día soy un tipo súper solitario, desconfío de las personas, me cuesta mucho creer en alguien por todo lo que me sucedió”, confidenció.

“El responsable siempre fui yo, nadie me puso una pistola en la cabeza para pagar una cuenta, para invitar a mis amigos o para salir todos los días”, enfatizó.

“Pero sin duda cuando el alcohol empezó a convertirse en un problema, se me escapó de las manos y no sabía cómo poder frenarlo. Me despertaba en la mañana y me tomaba un fernet, a las 8:00 de la mañana. Me acostaba a las 6:00”, recordó.

“Lo perdí todo, no tenía plata para nada. Gané mucha plata que no supe administrar, pensé que esa cascada de dinero no se iba a secar nunca. Pero se secó súper rápido”, cerró.