Verónica Aguirre acusa que no ha podido salir de aquella zona debido a las protestas, denunciando además un "casi secuestro" de parte de prestadores de servicios.

Durante estos días Verónica Aguirre, hija del destacado actor mexicano Rubén Aguirre, se encuentra de viaje por Machu Picchu, en lo que en un inicio serían vacaciones para recordar a su padre. No obstante, la travesía se volvió en pesadilla raíz de las protestas surgidas en Perú.

A través de su cuenta de Twitter, la mujer sostuvo que quedó atrapada en la ciudad de Cusco luego que el gobierno decretara el estado de emergencia, debido a que no ha podido tomar un medio de transporte para salir.

Sin ir más lejos, denunció estar “Casi secuestrada” por los prestadores de servicios en la zona.

“Nos dicen que no podemos salir del pueblo de #Machupichu por las protestas. Esperamos que mañana desbloqueen las vías del tren, los turistas necesitamos regresar a nuestros hogares”, indicó.

“Llena de ilusión por visitar estas tierras tan amadas por mi padre, nuestra visita a Machu Picchu termina en un cuasi secuestro por parte de prestadores de servicios turísticos que exigen más recursos con violentas protestas aprovechando la coyuntura política”, agregó en otro tuit.

“Los turistas no tenemos voz en esta horrible situación, nos tienen atrapados en el conflicto político de Perú. Nuestras familias nos esperan y están preocupados por nosotros”, concluyó.

Horas antes, Verónica Aguirre había publicado una imagen recordando a su padre en aquel lugar, recreando una foto del actor tomada hacia la década de los 70.

“Hoy estoy en Machu Picchu emulando esta foto de mi padre de los años 70. Nostalgia a mil”, expuso.

Hay que señalar que cientos de turistas extranjeros quedaron varados el pasado miércoles en aquella zona, luego de la suspensión de los trenes por las protestas contra la nueva presidenta Dina Boluarte, tras la destitución de Pedro Castillo por su fallido golpe de Estado.

Los visitantes están inmovilizados en el poblado de Aguas Calientes, al pie de la montaña sobre la cual se levanta la joya del turismo peruano.

“Estamos ahora en Aguas Calientes y no podemos volver a Cusco y salir para otro país por las protestas y estoy con niños, para mí es un problema”, dijo a la Agence France-Presse Gale Dut, una turista israelí.