En abril pasado la comunicadora de La Red Montserrat Torrent se contagió con covid-19. A tres meses de eso, aún mantiene algunas secuelas de la enfermedad.

Así lo reveló en una conversación con Página 7, donde contó que aún no logra recuperar el olfato.

“Con el tiempo me he dado cuenta que no he recuperado el olfato y el gusto al 100%, es heavy”, confesó.

“Yo soy súper sensible de olfato y ahora mismo hay unas flores aquí en la oficina y no siento ningún olor y a mí no me gusta tener flores, porque no me gusta su olor”, aseguró.

Según la comunicadora, cuando se contagió lo sintió como si fuera un resfrío común y no tuvo mayores complicaciones.

“Eso me permitió estar muy tranquila, pero todos los días me despertaba con la angustia de cómo iba a evolucionar“, reconoció la exchica Mekano.

Cuando le confirmaron el contagio, “fue como cuando te entregan un rojo en el colegio”. “Me puse a llorar y me dio un ataque de angustia. Uno dice ‘qué me espera de aquí a 14 días más’”, sostuvo.

Por suerte, hoy se encuentra bien de salud y a la espera de que las consecuencias desaparezcan.

¿Cuáles son las consecuencias?

Muchos dicen que podrían prescindir del olfato, pero los expertos advierten que es un sentido mucho más importante de lo que se cree, según informó previamente BioBioChile.

La pérdida del olfato puede ser “extremadamente traumática para las personas. Desafortunadamente, mucha gente no se da cuenta de eso”, explicó Rachel Herz, psicóloga y neurocientífica de la Universidad de Brown, en Estados Unidos.

Aunque la ciencia aún no se pone totalmente de acuerdo, un consenso emergente sostiene que el coronavirus altera las células en la nariz, provocando la pérdida de olfato.

En la nariz se encuentra el epitelio olfativo, que alberga neuronas olfativas -responsables de detectar el olor- y otros dos tipos de células, las basales y las de soporte.

Estas últimas tienen un alto número del tipo de enzimas que necesita el SARS-CoV-2 para entrar.

Esto significa que el virus se une muy fácilmente a este tipo de células en la nariz y, al hacerlo, los científicos creen que crea una inflamación que hace que las neuronas sensoriales olfativas se apaguen, señaló Herz.

“Me molesta es que la gente no se cubra la nariz con la mascarilla. Esa es una de las principales vías de entrada del virus”, declaró a DW.