Una de las grandes polémicas del Festival de Viña de este año fue la presentación de Mariela Montero durante la rutina de Bombo Fica.

Para quienes no lo recuerdan, la actriz argentina apareció en medio del espectáculo del humorista para interpretar un reggaeton junto a un grupo de bailarines.

El público no se mostró nada feliz con su show y comenzaron a pifiarla, mientras que en redes sociales, los televidentes fueron lapidarios con ella.

Montero salió del certamen festivalero visiblemente afectada y sin querer hablar con la prensa. Por su parte, el humorista no tuvo ningún problema con hacer frentes a las críticas y hablar con todos los medios de comunicación que se lo solicitaran, incluso llegó a decir que no fue a él a quien pifiaron.

De hecho, fueron estas constantes entrevistas lo que más molestó a la artista, quien reveló la trastienda de la polémica en Glamorama.

“Me molesté por los comentarios que él hizo. Hizo unos medios desafortunados en aquel momento. Dio como tres conferencias de prensa. Vos prendías un matinal y el loco estaba en el matinal, prendías la radio y estaba en la radio, cambiabas de canal y estaba en vía telefónica, no sé…”, señaló.

Mariela, quien llevaba más de un año trabajando con Fica, conversó con el humorista y le dijo que no era necesario que estuviera dando explicaciones.

“Lo que le dije yo a él fue: ‘Vos no tenés por qué salir a dar explicaciones en un momento donde no estás para dar explicaciones a nadie, porque ni vos mismo podés entender lo que te está pasando. Cuando tú proceses lo que pasó y entiendas por qué te pasa, podés sentarte y explicarle a todo el mundo, con palabras muy inteligentes y bonitas tú punto de vista’”, recordó la cantante.

“Yo lo reputeé, obviamente. En ese momento estaba enojada… Me apoyó en ese momento, pero yo estaba muy sensible”, recordó. Según Montero todo lo ocurrido afectó mucho a su madre, quien lloraba al ver los programas de televisión que hablaban de ella.

“A ninguna mamá le gusta ver que a su hija la están pateando en el suelo y que con cualquier facilidad venga un boludo y te diga lo que se le canta la gana. O las redes sociales gente que me insultaba y me decía que me volviera a mi país, que era una negra de no sé qué. Insultos gratuitos, comúnmente de mujeres y adolescentes que aprovechan para sacar el veneno”, agregó.

“La gente no empatiza en ese momento. Yo no pretendía que nadie me tuviera lástima, pero sí respeto”, finalizó.