Recientemente Netflix estrenó una nueva serie documental que narra el triste caso de un pequeño de sólo 8 años que murió en Estados Unidos tras ser torturado durante ocho meses por su propia madre y su padrastro.
Se trata de The Trials of Gabriel Fernández (“Los Juicios de Gabriel Fernández” en español), producción que en seis capítulos muestra los detalles en torno al pequeño que en 2013 perdió la vida a causa de los brutales maltratos que sufría.
“¿Es normal que las mamás golpeen a sus hijos?”. Con esa pregunta hecha por el menor, de entonces 7 años, su profesora llamada Jennifer García comenzó a entender que algo extraño ocurría cada vez que Gabriel regresaba a su hogar.
En sus últimos meses de vida, era habitual que el menor llegara a clases con moretones y marcas a la escuela, lo que llevó a la maestra a llamar a las autoridades para que hicieran algo. Sin embargo, no fue tomada en cuenta. En esta nota contamos algunos detalles de la trágica historia.
Cuando apenas era un recién nacido, Gabriel fue abandonado en el hospital de Los Ángeles, EEUU, por su madre, Pearl Fernández, quien no quería tenerlo. Debido a esto, sus abuelos maternos y otros familiares se hicieron cargo de él.
No obstante, todo cambió cuando cumplió los 7 años, momento en que Pearl decidió llevarse al niño a vivir con ella. Lejos de querer enmendar su error, lo que ella buscaba era recibir ayudas y prestaciones sociales por parte del estado.
En su nueva casa el muchacho debió convivir no sólo con sus otros dos hermanos sino que también con el novio de su mamá, Isauro Aguirre. Este hecho marcaría el inicio de ocho meses de palizas y golpes que desencadenarían en su muerte.
En el documental, que cuenta duros detalles sobre lo que debió vivir el menor, la persona encargada de la autopsia revela que al abrir el cuerpo, encontró fecas de gato en el estómago. En efecto, Gabriel era obligado a comer heces cuando no hacía bien el aseo.
Pero eso no era todo: las quemaduras con cigarro, golpes, cortes, correazos y hasta disparos con pistolas de aire se hicieron habituales.
Luego de la muerte de Gabriel, su madre se declaró culpable, siendo condenada a cadena perpetua. Por su parte, su padrastro recibió pena de muerte. El hombre aún espera por su ejecución.
Los Juicios de Gabriel Fernández no sólo ha generado comentarios por lo brutal del caso, sino que además ha levantado cierta polémica. Y es que no son pocos quienes acusan a este tipo de producciones de caer en el sensacionalismo, levantando casos de víctimas de violencia con el fin de “entretener”.
Sin embargo, en entrevista con revista Time, el director de la serie, Brian Knappenberger, explicó que si bien se muestran detalles sobre los maltratos que sufrió Gabriel, la producción busca comprender cómo es que las autoridades norteamericanas pudieron fallar ante un caso tan evidente de maltrato infantil.
“Tomamos la decisión de que la voz de Gabriel debía ser escuchada, y con el objetivo de contar esa historia, debimos ser lo más honestos y directos posibles”, indicó.
“Mucha gente le falló y hay muchas razones por las que esto pasó. Pero cuando llegas al final, la pregunta es: ¿cómo quieres tratar a los niños?”, puntualizó.
