Tallullah Willis, la hija menor de Bruce Willis, contó que cuando su padre fue diagnosticado, ella pasaba por una anorexia nerviosa y depresión, además fue diagnosticada con Trastorno de Déficit Atencional y Trastorno Límite de la Personalidad.

En marzo de 2022, la familia de Brice Willis reveló que el actor se alejaría de Hollywood debido a un problema cerebral que afecta el habla, conocido como afasia. Posteriormente, revelaron que este no era más que un síntoma de una demencia de la demencia frontotemporal, su real diagnóstico.

La demencia frontotemporal es un trastorno neurológico progresivo que afecta mayormente el comportamiento, la personalidad y las conductas en comparación con la memoria.

Desde entonces, el intérprete ha tenido algunas pocas apariciones en imágenes familiares, compartidas por sus hijas a través de redes sociales.

La enfermedad del actor no ha sido fácil para sus hijas, esposa y exesposa. Así lo relató Tallulah Willis (29), hija del intérprete y Demi Moore, envió un relato a la revista Vogue.

Hija de Bruce Willis: “Comenzó con una vaga falta de respuesta”

Según sus palabras, “sabía que algo andaba mal” con su padre “desde hacía tiempo”. “Comenzó con una vaga falta de respuesta que la familia atribuyó a la pérdida auditiva”, relató.

“Más tarde, esa falta de respuesta se amplió y a veces lo tomé como algo personal. Había tenido dos bebés con mi madrastra, Emma Heming Willis, y pensé que había perdido interés en mí”, reconoció la también actriz.

“Aunque esto no podría haber estado más lejos de la verdad, mi cerebro adolescente se torturó con algunas matemáticas defectuosas: no soy lo suficientemente hermosa para mi madre, no soy lo suficientemente interesante para mi padre”, añadió.

“Admito que he enfrentado el declive de Bruce en los últimos años con una parte de evasión y negación de la que no estoy orgullosa. La verdad es que yo misma estaba demasiado enferma para manejarlo”, contó.

Anorexia, depresión y una gran pena

La intérprete dijo que durante los últimos cuatro años sufrió de anorexia nerviosa, de la que no había querido hablar públicamente. “Después de estar sobria a los 20 años, la restricción de alimentos se ha sentido como el último vicio al que tengo que aferrarme”, dijo.

A los 25 años, contó, ingresó a un centro de tratamiento residencial en Malibú para tratar una depresión con la que ha vivido desde la adolescencia, también fue diagnosticada con Trastorno de Déficit de Atención y se enfrentó a la dismorfia corporal.

“Mientras yo estaba envuelta en mi dismorfia corporal, alardeándola en Instagram, mi papá estaba luchando en silencio. Se estaban realizando todo tipo de pruebas cognitivas, pero aún no teníamos un acrónimo”, recordó.

“Recuerdo un momento en el que (la enfermedad de mi padre) me golpeó dolorosamente: estaba en una boda en el verano de 2021 en Martha’s Vineyard, y el padre de la novia pronunció un discurso conmovedor”, relató la hija de Bruce Willis.

“De repente me di cuenta de que nunca llegaría a ese momento, mi papá hablando de mí en mi boda. Fue devastador. Dejé la mesa del comedor, salí y lloré entre los arbustos”, reconoció.

“Él no habría dejado que sucediera”

Pero a pesar de eso, siguió centrada en su cuerpo y en los efectos de la anorexia. Para la primavera de 2022, pesaba alrededor de 38 kilos.

“Siempre me estaba congelando, llamando a equipos móviles IV para que vinieran a mi casa a atenderme y no podía caminar en mi vecindario de Los Ángeles porque tenía miedo de no tener un lugar para sentarme y recuperar el aliento”, sentenció.

De hecho, la joven añadió que le ha dado vuelta a la idea de “¿Qué pasaría si mi papá hubiera sido él mismo y me hubiera visto en ese tamaño? ¿Qué habría hecho?”.

Tallulah, añadió, que le gusta pensar que “él no habría dejado que sucediera”. “Tal vez sea un padre estereotípico de cierta generación, en ese sentido, un hacedor que, si me hubiera entendido, podría haberme levantado y dicho: ‘Esto se acaba ahora"”.

En 2022, la actriz también recibió el diagnóstico de Trastorno límite de la personalidad, luego de que su prometido terminara con ella. Este trastorno afecta la capacidad de regular las emociones y encontrar estabilidad en las relaciones.

“La recuperación probablemente dure toda la vida, pero ahora tengo las herramientas para estar presente en todas las facetas de mi vida, y especialmente en mi relación con mi papá”, dijo.

“En el pasado tenía mucho miedo de ser destruida por la tristeza, pero finalmente siento que puedo aparecer y confiar en mí. Puedo saborear ese momento, sostener la mano de mi papá y sentir que es maravilloso”, reconoció.

“Sé que se avecinan pruebas, que este es el comienzo del dolor, pero todo eso de amarte a ti mismo antes de poder amar a alguien más, es real”, afirmó

En el último tiempo se ha dedicado a tomar fotos de su padre y a su casa. “Tengo todos los mensajes de voz suyos guardados en un disco duro. Encuentro que estoy tratando de documentar, de construir un registro para el día en que él no esté allí para recordarme a él y a nosotros”, confesó.

Según la hija menor de Bruce Willis por estos días pasa sus horas en el primer piso de su casa y en su oficina, que siempre fue una especie de escape para él, llena de cosas que ha coleccionado como autos de juguete antiguos, monedas, rocas, objetos hechos de latón, además de mucha música.

“Recientemente, encontré un trozo de papel en el que había escrito, simplemente, ‘Michael Jordan’. Ojalá supiera lo que estaba pensando”, escribió.

“Todavía sabe quién soy y se ilumina cuando entro en la habitación. (Él siempre puede saber quién soy, más o menos el mal día ocasional”, afirmó.

“Tengo esperanzas en mi padre que me resisto a dejar ir”

Según Willis una diferencia entre la demencia de Alzheimer y la DFT es que, al menos al principio de la enfermedad, la primera se caracteriza por deficiencias motoras y del lenguaje, mientras que la segunda presenta más pérdida, memoria.

“Tengo esperanzas en mi padre que me resisto a dejar ir. Siempre he reconocido elementos de su personalidad en mí, y sé que seríamos tan buenos amigos si tan solo hubiera más tiempo. Era genial, encantador, elegante, dulce y un poco loco, y acepto todo eso”, comentó.

“Habiendo crecido como un niño de Jersey con una mentalidad de escasez, le encantaba disfrutar de la vida que se había hecho. Era un indulgente. A veces íbamos a un restaurante y él pedía uno de todo lo que había en el menú solo para probarlo”, recordó.

“Y ahora que me siento mejor me pregunto, ¿Cómo puedo hacer que se sienta más cómodo? No fue fácil crecer en una familia tan famosa, esforzándome por encontrar un rayo de luz a través de las largas sombras que proyectaban mis padres. Pero cada vez más a menudo siento que estoy parada en esa luz”, reconoció.

La hija de Bruce Willis y Demi Moore también contó que en abril pasado su hermana mayor, Rumer, tuvo una niña, Louetta. “Bruce y Demi se convirtieron en abuelos.”

“Está esta pequeña criatura que cambia cada hora, y está sucediendo esto con mi papá que puede cambiar de manera tan rápida e impredecible. Se siente como un momento único y especial en mi familia, y estoy muy contenta de estar aquí para ello”, cerró.