Nadie-o casi nadie en España-podría olvidar la forma en que la periodista Letizia Ortiz y el entonces príncipe Felipe de Borbón se conocieron hace 20 años en un evento "socialité", pero del más alto nivel. Desde esa noche, la vida de la actual reina de España sigue bajo los reflectores de la prensa local e internacional, en todos los aspectos posibles.

Han pasado dos décadas desde que la periodista de “La 1”, Letizia Ortiz, fue invitada a una cena que organizó Pedro Erquicia, su influyente colega. El hombre de la televisión de España tenía entre sus invitados nada más y nada menos que al príncipe Felipe de Borbón. Dicen que el flechazo fue evidente, inmediato.

Sin embargo esta no es una historia de amor, sino de evolución de una mujer que pasó de hacer preguntas a tener que responderlas en algunos eventos donde la corona española estuviera dispuesta a hacerlo.

Su vida de castillo así lo demandaba, desde que contrajo nupcias con el hijo de los reyes españoles, una llegada que causó conmoción: la nueva integrante de la casa real era una mujer divorciada.

Con los meses Letizia Ortiz, quien este septiembre cumplirá 50 años, parecía surfear cada ola de prejuicios que se le venía de frente, o a espaldas, ante el cotilleo por su pasado.

Los medios que la tenían por una vieja conocida en el oficio la colocaron en el nuevo estatus de celebridad y realeza. No había marcha atrás.

De hecho, en la foto publicada por diezminutos.es, se da cuenta no solo de la mirada de Ortiz y Borbón, sino también de la de Erquicia, quien al parecer sabía en el fondo el flechazo que generó en su noche socialité.

La noche de 2002 (hace 20 años) cuando Letizia Ortiz conoció a Felipe de Borbón.

La vida de la mujer periodista cambió para siempre junto a su esposo, ahora el rey Felipe V, y la reina ya está habituada a las labores que conlleva su rol, más allá del esteticismo de los cuentos de hadas.

El comentado cambio de Letizia Ortiz desde Londres

Sus fotos, ya sea recién conociendo a un príncipe o en el día de su unión conyugal con este, son testigos gráficos del cambio que significó para Letizia Ortiz el transitar entre la profesión de informar, el noviazgo con un hombre de sangre azul y su responsabilidad actual como monarca.

Su vestido rojo, ese que usó en la primera aparición pública tras comprometerse con Felipe de Borbón, lo comprueba.

Era el 14 de mayo de 2004 y en ese momento estaban en una boda real: la del príncipe heredero Federico de Dinamarca y Mary Elizabeth Donaldson, en Copenhague. De eso, ya han pasado 18 años.

Letizia Ortiz en su primera aparición con Felipe de Borbón tras comprometerse.
diezminutos.es

Lo que vino después fue una cascada de notas rosas, eventos, comentarios, responsabilidades y la planificación de una boda que debía estar a la altura de la realeza, tomando en cuenta el fantasma que se cierne sobre las princesas.

Basta ver cómo Catalina de Cambridge en Reino Unido o la exprincesa Mako de Japón han lidiado con eso y sortean los embates de la opinión pública en cada evento en el que se lucen – o tratan de hacerlo – o en los más íntimos aspectos de su vida marital.

El caso de Letizia Ortiz sigue esa línea. Su más reciente visita a Londres dejó ver el interés de la prensa de ambas naciones con monarquía, sobre todo en el aspecto de la reina de España.

20 años después que su nombre comenzó a sonar en el palacio real de España, Ortiz dio que hablar en el evento “Zurbarán: las 12 tribus de Israel” en el que participó junto al príncipe Carlos a inicios de abril.

El impresionante cambio de la reina Ortiz fue publicado en medios como El Mundo, que destacó, entre otros aspectos, su peinado semirrecogido (como no suele usarlo) en el que sus canas quedaron expuestas, tal como las han dejado ver reconocidas actrices como Sarah Jessica Parker en el marco del grey blending.

La reina Letizia deja a todos con la boca abierta por su nueva imagen tituló el citado periódico español luego de las descripciones sobre el aspecto de la monarca, los cuales alcanzaron para hacer eco de su outfit y del hecho que no llevaba mascarilla en su encuentro con el eterno heredero británico.

“La nueva imagen de la reina nos ha sorprendido, también porque hemos pasado años viéndola con mascarilla y hoy no llevaba. Este nuevo peinado le deja la frente totalmente despejada y el resto de la cara también”, concluye la redacción.

La reina Letizia Ortiz y su evolución a 20 años de su flechazo con un príncipe.
El Mundo / España

Los “retoques” de la reina de España

Cuando la agenda mediática española se centró en las últimas semanas en el nuevo look de la reina Letizia Ortiz, meses antes la tónica consistió en indagar sobre sus presuntos procedimientos estético-quirúrgicos.

La reina española dejó de usar mascarilla en sus apariciones públicas. De ahí el interés de la prensa rosa local.

Desde octubre pasado, en la entrega del Premio de Periodismo Francisco Cerecedo al que asistió, llamaron la atención presuntos cambios faciales que no parecieron familiares a algunos asistentes del evento.

Fue tanto el nivel de interés por las presuntas cirugías que la reina podría haberse realizado para resaltar su mirada que la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética aseguró que la monarca no pasó por el quirófano.

“Simplemente es una persona que se cuida mucho y que se mantiene muy bien. Una persona sana, que hace deporte y eso se nota. Aunque, a mí parecer, se ha hecho sus cositas, como hacemos todas. Entre ellas, bótox, vitaminas, peelings o un rellenito”, aseguró Nélida Grande, vicepresidenta del área estética de la referida sociedad.

Parece que el aspecto de las famosas, reinas, princesas y demás figuras mediáticas está llamando la atención ahora que, en ciertas circunstancias, pueden librarse de las mascarillas pero no del virulento juicio público que entra a analizar cuánto han cambiado en el tránsito a la postpandemia.

“Si es que se le ve algún cambio creo que es por la edad, que se le ha afinado la nariz y se le ve más delgada. Porque, a mí parecer, solo tiene un poco de ácido hialurónico en los pómulos, que es algo que ha tenido siempre”, sostuvo la doctora Grande para dejar conforme a una parte del público que exigió respuestas donde solo el tiempo las da. Y en todos los mortales.