Maya Thurman Hawke, hija de las estrellas Uma Thurman y Ethan Hawke, se refirió recientemente con un reflexivo mensaje sobre su dislexia.
Tal como recoge LUN, la joven actriz conversó con la National Public Radio sobre este trastorno del aprendizaje que supone una dificultad para leer.
De acuerdo al sitio de Mayo Clinic, esto se genera por problemas para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan con las letras y las palabras.
“No diría que sufro de dislexia. En cambio, me gusta decir que es una de las mayores bendiciones de mi vida en muchas maneras. Me echaron de un colegio por no ser capaz de aprender a leer cuando niña”, comenzó señalando.
“Y fui a una escuela especial para niños con problemas de aprendizaje. Y me tomó mucho tiempo aprender a leer, y todavía soy limitada. Pero lo maravilloso del mundo actual es que hay tantas opciones”, sostuvo.
“Hay algo en haber tenido una limitación con respecto a mi capacidad para producir y asimilar historias que me hizo aún más decidida a amarlas, comprenderlas y crecer en ellas”, agregó.
Según explicó la actriz, se le hizo complejo estar en la clase de lento aprendizaje. “Cada curso que pasé me bajaban a un grupo de lectura inferior. Y otros niños se enteraron y hubo bullying. Pero mis padres hicieron un trabajo maravilloso al animarme a ser creativa”, puntualizó.
Recordemos que Maya Hawke saltó a la fama gracias a su trabajo en Stranger Things, serie en la que interpreta a Robin, compañera de Steve (Joe Keery) en la heladería Scoops Ahoy. Recientemente estrenó su nueva película Mainstream, además de su primer disco llamado Blush.
El portal de Mayo Clinic señala que aunque la dislexia no tiene cura, la evaluación e intervención tempranas producen los mejores resultados.
“En ocasiones, la dislexia no se diagnostica durante años y permanece sin ser identificada hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda”, enfatizan.
En ese sentido, algunos de los signos que indican que un niño pequeño podría estar en riesgo de tener dislexia son los siguientes:
. Tardar en comenzar a hablar
. Aprender palabras nuevas a un ritmo lento
. Problemas para formar palabras adecuadamente, como invertir los sonidos de las palabras o confundir palabras que suenan de forma parecida
. Problemas para recordar o decir el nombre de las letras, los números y los colores
. Dificultad para aprender canciones infantiles o jugar juegos de rimas
