La reina Isabel II anunció este lunes haber acordado con el resto de la familia real británica, durante una reunión de crisis, un “periodo de transición” para que su nieto Harry y su esposa Meghan abandonen sus funciones reales como desean.

“Hoy mi familia tuvo discusiones muy constructivas sobre el futuro de mi nieto y su familia”, escribió la reina en un comunicado enviado a la prensa.

“Mi familia y yo apoyamos por completo el deseo de Harry y Meghan de crear una nueva vida como familia joven. Aunque hubiéramos preferido que siguieran siendo miembros de la familia real que trabajan a tiempo completo, respetamos y entendemos su deseo de vivir una vida más independiente como familia sin dejar de ser una parte valiosa de nosotros”, añadió.

“Harry y Meghan han dejado en claro que no quieren depender de fondos públicos en sus nuevas vidas”, agregó la monarca. “Por lo tanto, se acordó que habrá un período de transición en el que los Sussex pasarán tiempo en Canadá y el Reino Unido“, explicó.

“Estos son asuntos complejos que mi familia debe resolver, y aún queda mucho trabajo por hacer, pero he pedido que se tomen decisiones finales en los próximos días”, finalizó.

Recordemos que el miércoles pasado los duques de Sussex anunciaron en redes sociales su intención de dejar de ser miembros de “alto rango” de la familia real.

“Después de muchos meses de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros ‘seniors’ de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, sin dejar de apoyar plenamente a Su Majestad la Reina”, escribieron.

Según informó la prensa británica, la pareja no consultó a la Reina ni al resto de su familia por su decisión, lo cual habría desatado una grave crisis dentro de la realeza.