Tras 43 años del nacimiento de la primera bebé probeta en todo el mundo, la Fecundación In Vitro (FIV) es uno de los métodos más frecuentes de Reproducción Asistida en Chile.

El 25 de julio de 1978 tuvo lugar el nacimiento de la inglesa Louise Brown, la primera bebé probeta en el mundo, dando paso finalmente a la Fecundación In Vitro (FIV).

Este hito marcó un antes y un después en la Reproducción Asistida. Además, revolucionó a los científicos, pero el éxito no lo alcanzaron tan fácil ni rápido Patrick Steptoe y Robert Edwards, pioneros en el área.

Apodados como “padres de la Fertilización In Vitro (FIV)”, completaron cerca de 102 transferencias embrionarias fallidas antes de llegar al primer embarazo con buen término. Así es como desde 1978 ya se ha logrado el nacimiento de más de 8 millones de bebés alrededor del mundo con esta tecnología.

¿Cuál es la situación actual de la Fecundación In Vitro en Chile?

En Chile, por ejemplo, la Fecundación In Vitro (FIV) es uno de los métodos más frecuentes de Reproducción Asistida. Así lo explica el doctor Carlos Troncoso, director médico de la Clínica de Fertilidad IVI Santiago, que opera hace más de una década en el país.

“En nuestra trayectoria de 15 años en Chile hemos visto nacer más de 3.000 bebés a través de distintos tratamientos de Reproducción Asistida, siendo la Fecundación In Vitro (FIV) uno de los más frecuentes. Y es la que se utiliza cuando fallan los tratamientos previos, como la Inseminación Artificial”, señala.

Esto último porque el porcentaje de éxito es más alto que en otros métodos. “Mediante un tratamiento de FIV las tasas de éxito de embarazo acumulada se incrementan en la medida que lo sigues intentando, superando el 90%” agrega el especialista.

Otras alternativas

Otro de los tratamientos más usados en Chile, según señalan desde IVI Santiago, es la Ovodonación a la que recurren por lo general mujeres en edad materna avanzada cercana a los 40 – 42 años. Este es un tratamiento de reproducción asistida en la que el óvulo es aportado por una donante de ovocitos.

Así, los óvulos de la donante son inseminados por los espermatozoides de la pareja de la receptora o de un donante de espermios, para obtener finalmente los embriones. Estos luego serán transferidos al útero de la paciente.

Asociado a este tratamiento también existe el Perfect Match 360°, un sistema innovador con tecnología que permite la asignación de la donante más adecuada para las pacientes.

Esto último atendiendo a criterios fenotípicos, como la etnia; el color de ojos y de pelo; la altura y la complexión; el grupo sanguíneo; análisis biométrico (estudio de similitud facial); y un completo análisis genético (detección de más de 600 enfermedades genéticas).

Así, se forma una idea sobre como la tecnología en el ámbito de la medicina reproductiva ha avanzado a pasos agigantados desde el primer bebé probeta hasta el día de hoy.