La administración de aviación de los Estados Unidos enfrenta demandas por haber aprobado el despegue del Starship Super Heavy de SpaceX, luego de que ONGs denunciasen los daños ambientales no previstos que el lanzamiento causó en el entorno.

Grupos ambientalistas demandaron a la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) por autorizar el lanzamiento del cohete Starship Super Heavy de SpaceX, el más poderoso de la historia, el cual según denuncian causó varios daños ambientales no previstos al entorno de la pista de de lanzamiento en el sur de Texas tanto en el despegue como en la explosión sufrida cuando se acercaba a los 40 kilómetros de altura.

Según reportó Space.com, los activistas acusan que la FAA no analizó correctamente el daño ambiental que el cohete causaría. Según se pudo constatar, al estallar el vehículo dispersó contaminantes por varios kilómetros, cayendo escombros sobre casas y material particulado en playas y zonas protegidas.

Incluso incendió 3,5 hectáreas de vegetación, alcanzando el Parque Estatal de Boca Chica según la división texana del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos, de acuerdo con Reuters.

Todos estos hechos son constatados en la demanda, firmada por el Centro para la Diversidad Biológica, American Bird Conservancy, la Fundación Surfrider, Salvemos RGV y la las naciones nativas Carrizo y Comecrudo.

El primero de esos firmantes recalcó que el sitio del despegue está rodeado de parques nacionales, refugios de vida salvaje y hábitats dedicados a especies en peligro de extinción, incluyendo aves como el frailecillo silbador y el halcón aleto; terrestres como los ocelote y el yaguarundí; y marinas como las tortugas.

“Los despegues y explosiones de cohetes causan daño significativo debido al incremento de tráfico vehicular y la intensa contaminación calórica, acústica y lumínica derivado de la construcción y los lanzamientos (…), y las explosiones reparten escombros en los hábitats circundantes y han causado incendios”, recalcan.

A futuro, la FAA autorizó a SpaceX para efectuar 20 lanzamientos anuales de Spaceship por los próximos 5 años, según recalca la demanda presentada en Washington DC. Así, el primero ocurrió el pasado 20 de abril, con el magnate Elon Musk anticipando que el próximo podría llegar “en meses”.

Sin embargo, la misma autoridad suspendió los despegues indefinidamente, hasta que la compañía haga los ajustes requeridos por la normativa nacional. Aún se desconocen en detalle los fenómenos causados por un despegue de tamaña magnitud, que según Musk incluso creó un “tornado de rocas”.