El vehículo lunar, funciona con energía solar, por lo que periódicamente hiberna hasta que vuelve a salir el sol. Por eso tardó en acercarse a la "cabaña misteriosa" para verla mejor.

El vehículo lunar, róver Yutu-2, descubrió un objeto, que parecía un cubo gris en el horizonte lunar, en noviembre. La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) lo llamó “cabaña misteriosa”.

Inmediatamente, internautas se volcaron con teorías de que el objeto denominado “cabaña misteriosa” o “cubo extraño” podría ser de origen alienígena.

No obstante, el “cubo lunar” ya no es ningún misterio. Y para la decepción de muchos resultó ser algo bastante común: una roca.

Lo peor del caso es que ni siquiera tiene forma de cubo, es simplemente una roca abultada situada en el borde de un cráter; una conclusión divertida para el enigma lunar que cautivó a muchos en diciembre.

El descubrimiento se produjo por primera vez en noviembre, durante el 36º día lunar de la misión del róver Yutu 2.

Esto fue comunicado por Our Space (“Nuestro espacio”), el portal gubernamental, asociado a la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA).

En la primera imagen del róver la roca parecía mucho más grande y misteriosa. La CNSA estimó que el objeto estaba a unos 80 metros de distancia y se preparó para conducir el róver hacia él.

Según el sitio, se necesitarían dos o tres meses para llegar al cubo. La agencia espacial china anunció entonces que viajaría hacia el objeto a una velocidad lunar superrápida de 200 metros por hora para obtener algunas respuestas.

Conejo de jade

No obstante, después de acercarse y obtener algo de perspectiva, el róver pudo revelar la verdadera naturaleza del objeto.

La forma acurrucada de la roca le ha valido ahora el apodo de “conejo de jade”, porque parece un conejo agachado con un par de zanahorias delante.

Detrás de la roca hay unas delicadas piezas redondas que parecen excrementos de conejo, lo que aumenta la diversión. Y no era para menos: el nombre del róver, Yutu, también significa “Conejo de Jade”.

Yutu-2 llegó a la Luna en enero de 2019, cuando el módulo de aterrizaje Chang’e-4 tocó la superficie lunar. Fue la primera misión que aterrizó en la cara oculta de la Luna (que no siempre es oscura).

El vehículo lunar, que ha sobrevivido mucho más allá de su misión inicial de tres meses, funciona con energía solar, por lo que periódicamente hiberna hasta que vuelve a salir el sol. Por eso tardó en acercarse a la “cabaña misteriosa” para verla mejor.