En abril pasado, la tentativa israelí de enviar una sonda a la Luna fracasó en el último momento al estrellarse en la superficie lunar tras sufrir un fallo de motor durante el proceso de alunizaje.

“No lo conseguimos, pero definitivamente lo intentamos”, dijo el impulsor del proyecto, Morris Kahn, en un video desde el centro de control cerca de Tel Aviv.

De haberse consumado el alunizaje de esta sonda, la primera desarrollada por una organización privada, Israel se habría convertido en el cuarto país que lo lograba tras Rusia, Estados Unidos y China.

Luego de algunos meses de aquel incidente, los encargados de la misión revelaron que unos microscópicos organismos que iban en la sonda podrían haber sobrevivido al impacto.

Se trata de los llamados tardígrados, los cuales fueron almacenados en una “biblioteca lunar”, un dispositivo de nanotecnología que se parece a un DVD y que contiene 30 millones de páginas de archivos de historia humana que pueden observarse bajo microscopio, así como una especie de ADN humano.

El animal más resistente del planeta

Conocidos también como “ositos de agua”, los tardígrados poseen inusuales características que los convierten en los seres más resistentes de la Tierra. De hecho, son organismos del tipo extremófilos, es decir, resistentes a condiciones extremas.

Estos organismos pueden vivir en el agua o en la tierra, y de acuerdo a un estudio publicado en Springer Link, son capaces de sobrevivir a temperaturas tan elevadas como 150 grados Celsius y tan bajas como -272 grados Celsius, aunque sólo durante unos minutos.

Parecidos a un gusano, pueden estar secos en una cáscara sin vida durante décadas y soportar una presión cercana a cero en el espacio exterior, así como sobrevivir a las profundidades aplastantes de la Fosa de las Marianas y niveles de radiación mil veces mayores de los que resultan letales para los humanos.

Science Photo Library
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Además de estas inusuales características, tienen otra ventaja sumamente llamativa: son resistentes al vacío espacial. En 2007, miles de tardígrados viajaron a bordo de la sonda espacial Foton M3 de Rusia y la ESA, y fueron expuestos al vacío del espacio a 270 km de altura.

A su regreso, la mayoría de estos minúsculos invertebrados no presentaba alteración biológica alguna, e incluso se reprodujeron normalmente, comprobándose su capacidad para sobrevivir a las condiciones del espacio exterior.

Tienen la capacidad de sobrevivir a presiones equivalentes a 300 veces la de la atmósfera y a dosis de rayos ultravioletas mortales para una mayoría de organismos vivos. Además, pueden sobrevivir a la inmersión en alcohol puro y en éter.

Science Photo Library
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Mientras que los adultos más grandes pueden verse a simple vista (pudiendo alcanzar, en promedio, un largo de 0,5 mm), los más pequeños miden apenas 0,05 mm. Se alimentan succionando líquidos vegetales o animales.

Otra de sus fascinantes cualidades es que, mediante un proceso de deshidratación, pueden pasar de tener el habitual 85% de agua corporal a quedarse con apenas un 3%. Tal como recoge El Mundo, en 2016 los investigadores del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón (NIPR) reanimaron ejemplares que llevaban más de 30 años congelados.

Imagen microscópica de un tardígrado en estado activo (CC) Wikimedia Commons
Imagen microscópica de un tardígrado en estado activo (CC) Wikimedia Commons

¿Y qué pasará con los tardígrados que permanecen en la sonda Beresheet en la Luna? Los científicos señalan que incluso si viven durante muchos años, no hay ninguna misión tripulada al satélite programada hasta el programa de la NASA Artemisa en 2024, la que por cierto llegará al Polo Sur, lejos del lugar del accidente de Beresheet en el Mar de la Serenidad.

Dicho de otro modo, lo más probable es que no logren volver a casa.

“Es poco probable que sean rescatados a tiempo, así que supongo que, incluso si sobrevivieron, están condenados”, dijo a la agencia de noticias AFP Rafael Alves Batista, físico de la Universidad de Sao Paulo y coautor de un artículo sobre la resistencia extrema de los tardígrados.