La tragedia ocurrida este lunes en Torres del Paine dejó cinco turistas extranjeros fallecidos. Actualmente, el famoso parque nacional es administrado por la Corporación Nacional Forestal (Conaf); sin embargo, esa situación está próxima a cambiar.
En mayo de este año se comunicó oficialmente que la Conaf, una corporación de derecho privado vigente desde 1973, dejará de existir como tal y pasará a ser un servicio de carácter público, dividiéndose en dos organismos distintos:
El Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), dependiente del Ministerio del Medio Ambiente.
El Servicio Nacional Forestal (Sernafor), que será cargo del Ministerio de Agricultura.
Actualmente, el SBAP ya se encuentra en proceso de instalación, y se espera que comience con sus operaciones en febrero del próximo año. De hecho, su primer director nacional ya fue nombrado por el presidente Gabriel Boric, mediante el sistema de Alta Dirección Pública (ADP). Se trata del ingeniero forestal y exdirector de Conaf entre 2014 y 2018, Aarón Cavieres Cancino.
En tanto, para que el Sernafor entre en funcionamiento todavía falta un poco más. De hecho, la ley establece que el presidente de la República tiene plazo de un año desde la publicación de la ley para nombrar a la planta directiva, la dotación, entre otros. Por lo tanto, aquello podría ocurrir cerca de mayo del próximo año.
¿Qué le competerá a cada organismo y cuál de ellos será el encargado de gestionar parques nacionales como el de Torres del Paine?
Servicio Nacional Forestal (Sernafor)
El Sernafor es el continuador y sucesor legal de la Conaf, asumiendo aproximadamente el 80% de su funciones históricas. Se enfocará en modernizar la gestión del sector forestal, la prevención de incendios y la conservación de ecosistemas.
De acuerdo con la publicación en el Diario Oficial, su objetivo es «la protección, el fomento, la conservación, la preservación, la recuperación, la restauración y el manejo y regulación del uso sustentable de los bosques y demás formaciones vegetacionales del país y de los componentes de la naturaleza asociados a estas, así como el desarrollo de nuevos bosques y otras formaciones vegetacionales en suelos de aptitud preferentemente forestal»
Entre sus funciones más importantes está elaborar el Plan Nacional para la Reducción del Riesgo de Desastres por Incendios Forestales, el cual es un instrumento de gestión vinculante y obligatorio para los miembros del Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred). El primero de ellos deberá ser dictado dentro del plazo de doce meses desde la entrada en funcionamiento del nuevo Servicio.
Como señalamos, la Ley N.º 21.744, que crea el Servicio Nacional Forestal no establece directamente la fecha exacta en que el Servicio entrará en funcionamiento. No obstante, sí indica que el Presidente de la República tiene un plazo de un año, contado desde la fecha de publicación de la ley, para expedir una serie de decretos, entre ellos, para señalar la fecha en que el Servicio entrará en funcionamiento.
Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP)
Esta institución pública fue creada mediante la Ley N.º 21.600, publicada el 6 de septiembre de 2023. No obstante, aunque ya está instalado, comienza a operar oficialmente el 1 de febrero del próximo año.
Tras el fin de la Conaf, se determinó que las funciones que históricamente desempeñaba dicha corporación, y que no serán traspasadas al Sernafor, serán transferidas al SBAP. En ese sentido, su rol principal es recibir la administración de las Áreas Silvestres Protegidas del Estado, como Parques Nacionales, Reservas Nacionales y Monumentos Naturales.
Lo anterior, incluye al Parque Nacional Torres del Paine, no obstante, el traspaso de este y otros parques no se materializaría sino hasta varios meses más.
De acuerdo con la última modificación legal, los parques deberán traspasarse dentro del tercer año de entrada en funcionamiento del servicio. Esto es, entre el 9 de marzo de 2026 y el 9 de marzo de 2027.
Otras funciones el SBAP son:
Ejecutar planes, políticas y programas de conservación.
Gestionar el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
Fiscalizar actividades en áreas protegidas y en los ámbitos bajo su competencia.
Implementar instrumentos de planificación y restauración ecológica.
Promover la educación, comunicación y participación en biodiversidad.
Gestionar un sistema nacional de información sobre biodiversidad.
Coordinar acciones con otras entidades, incluyendo bancos de germoplasma y jardines botánicos.
Administrar el Fondo Nacional de la Biodiversidad.
Aplicar normas de protección y manejo de fauna nativa.
Participar en procesos de evaluación ambiental, fiscalización pesquera y forestal en áreas protegidas.