“Por fin la W en Chile”. La premisa fue una de las que más se repitió en los minutos previos y posteriores al debut en escenarios locales de Weezer, emblemática banda estadounidense liderada por Rivers Cuomo que, hasta anoche, no registraba visitas en el país.

La cita comenzó a las 21:30 con dos clásicos de su repertorio: Buddy Holly y Beverly Hills, ante una multitud que no alcanzó a repletar el Movistar Arena donde una W gigante y una plataforma funcionaron como únicos elementos de la escenografía.

Weezer
Weezer | Carlos Müller

La excusa fue el tour promocional del Teal Album, disco de covers radiales que debutó en enero tras un inesperado recibimiento de Africa, una versión del hit de Toto que dio a conocer las pretensiones del grupo.

Por lo mismo, varios himnos ajenos del repertorio popular tuvieron un espacio destacado en la performance del cuarteto, que en total tocó 21 canciones con énfasis en su primera etapa discográfica. En esa dinámica, la primera que inauguró el karaoke fue Take On Me de A-Ha, esta vez con arreglos de rock aunque respetando la melodía de sintetizadores.

Al hit de discoteca le siguió Happy Together de The Turtles (que intervinieron con Longview de Green Day), en un cover que, por lo menos en el escenario del Parque O’Higgins, hizo valorar aún más la versión de 1967.

Sin embargo, el bonus track de la noche fue la sorpresa que Weezer preparó especialmente para el tramo sudamericano de esta gira: su interpretación de Lithium de Nirvana, ausente del Teal Album. ¿El resultado? Un coro multitudinario y unísono en el característico “eeh eh, eeh eh”.

Antes de abandonar el escenario para regresar por única vez, Weezer entonó la celebrada Africa en una de las postales más coreadas de la noche, con Cuomo moviéndose desde los bordes del escenario y envalentonando a un público tan transversal como notoriamente noventero.

Tras el regreso a escena, el guitarrista Brian Bell asumió la voz principal en Paranoid, original de Black Sabbath, ya en los últimos minutos de presentación, cuyo cierre quedó reservado para Say It Ain’t So, una de las canciones emblemáticas de Weezer.