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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

El libro "La sala grande" de Jacoba Van Velde narra la historia de una mujer de 74 años que despierta en un asilo de ancianos y debe enfrentar la adaptación a esta nueva realidad de dependencia y falta de privacidad. A través de su relato en primera persona y de reflexiones de su hija, se abordan temas universales como la soledad, la maternidad, la búsqueda de sentido en la vida y el miedo a la muerte. La novela destaca por su mirada femenina sensible y profunda, así como por ofrecer una visión cruda de los asilos de ancianos y la vejez. A pesar de estar ambientada en la cultura holandesa de los años 50, sus temáticas siguen siendo de gran actualidad.

“Es una pesadilla. Al menos cuando te despiertas después de un mal sueño tienes la reconfortante sensación de que fue solo eso, una ilusión. Aquí, la pesadilla es la realidad.” (p 46)

Una mujer despierta en un lugar desconocido. Está acostada y poco a poco, entre la somnolencia y despertar en momentos diversos, se va enterando que no es un hospital. Es un hogar de ancianas…

Luego llega Helena, su única hija. Solo que ella vive, hace años, en París, y no en Holanda, donde se desarrolla esta novela escrita post Segunda Guerra Mundial.

La sala grande

El libro de Jacoba Van Velde (La Haya, 1903 – Ámsterdam, 1985) está escrito desde el punto de vista de una mujer viuda, de 74 años, que despierta en un asilo de ancianos. Es su relato en primera persona en el que da cuenta de su adaptación esta nueva realidad de dependencia y falta de privacidad.

“Es terrible no poder volver a estar solo, tener siempre gente a tu alrededor. El personal te dice abuelo, o papá. ¿Por qué hacen eso? ¿No pueden decir señor?” (p 14)

También es un repasar la vida, con las fuertes presiones sociales, dificultades, luchas de personas comunes, sin lujos. Con las dificultades para lograr ser padres de una única hija que, muy independiente, se casa con un artista y se va a vivir a París, donde es diseñadora de moda. Pero como trabajadores independientes, viven precariamente, pero felices haciendo lo que les gusta.

“Aprendí que el que va en contra de las normas aceptadas generalmente acaba solo y que la mediocridad proporciona cierta seguridad. Busqué la sabiduría y solo encontré estrechez de propósitos.” (p 73)

“Comprendí que había que guardar silencio al respecto para que no me creyeran loca. Y es que el hombre quiere vivir tranquilamente sus ilusiones y no ser consciente de su terrible condición. Me gustaría tener la facultad de olvidar esta terrible experiencia, pero es imposible y no hay vuelta atrás. Sin embargo, es evidente que antes de tener esta conciencia sobre la muerte, yo no estaba viva.” (p 72-73)

Al relato central de la madre, se van intercalando los de la hija, que reflexiona y mira la situación desde su punto de vista. Helena representa la búsqueda de sentido propio de la vida en conflicto con modelos tradicionales -culturales, sociales y religiosos- vinculados a la familia y los roles femeninos.

“Durante ese tiempo, recordé que ella me dijo una vez: “Encuentra un propósito en la vida, pero no lo busques en mí”. De repente comprendí su significado y supe que ella tenía razón.” (p 50)

La sala grande es la historia de la etapa final de esta mujer que debe adaptarse a vivir en un asilo de ancianos, incluyendo sus vivencias, reflexiones y miedos.

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Una mirada femenina sensible, empática y profunda

La sala grande es un libro de una sensibilidad y profundidad conmovedoras. La intensidad de las vivencias, sentimientos y reflexiones son tan vívidos que mantienen vigencia e interpelan. Cuestionan y provocan, interrogan y, en más de una ocasión, pueden interpelar e incluso acusar.

A pesar de estar escrita en una época pasada (1953), que no hay referencias a la Segunda Guerra Mundial ni sus efectos, y estar circunscrita en una cultura particular, la holandesa con sus cargas religiosas y formalidades, los temas que aborda ña novela son universales. Y se mantienen vigentes.

“Crecí, pero no de la forma en que pensaba que lo hacían los adultos de entonces. Y quizás nunca crecí realmente. Todos mis miedos infantiles permanecieron. El miedo a quedarme sola en una habitación oscura. El miedo a despertarme por la noche y no recordar cuándo me acosté y cómo era la habitación.” (p 58)

Uno de los grandes aportes de La sala grande es una mirada femenina de gran sensibilidad, cargada de mandatos como son el cuidado, las dependencias y, al mismo tiempo, su autosuficiencia. Es una mirada que reflexiona y cuestiona desde ese lugar, pero sin rebelarse, sino asumiendo desde la pasividad de un modelo que se impone, que somete.

Otro punto central se relaciona con el sentido de la vida, con el significado y lo que es la muerte. Y el asumirla con tranquilidad o aterrorizarnos frente a ella.

También es un aporte el entregar una diversidad de personajes femeninos, como es la protagonista, su hija, la dueña de casa de donde arrienda, la directora del asilo, las enfermeras y pacientes. Mujeres con sus cualidades positivas y las conflictivas, con grandezas y pequeñeces. Con sus problemas de salud y sus gestos de humanidad.

“Su visita fue una decepción para mí. Debe ser porque ya no tenemos intereses comunes. Para el mundo exterior, ya no existo realmente. Dicen que no tienen tiempo. Si supieran lo que significa estar aquí todo el tiempo. (p 115)

Finalmente, La sala grande entrega una mirada descarnada sobre los asilos de ancianos y la vejez en ellos. De lo que es ser dependiente de cuidados y no tener expectativas.

“Es extraño, odio estar aquí, pero la idea de tener que cambiarme me asusta. Ya he visto eso antes, que la gente se encuentra en una situación desoladora pero aun así persevera obstinadamente en ella por miedo a lo desconocido.” (p 99)

Las únicas deficiencias de La sala grande son pequeños detalles en la edición y posiblemente en algunos detalles en la traducción (sin conocer y entender el original).

La sala grande es un libro profundo, sensible y conmovedor, no solo por el aparente conocimiento de la autora del tema sino por una prosa directa, simple, precisa, donde pareciera que no hay sobrantes, descripciones y palabras que estén de más. Pero donde da la impresión que tampoco faltan.

Un gran libro.

La sala grande, Zuramérica

La sala grande

De grote zaal (1953)
Jacoba van Velde
Zuramérica Ediciones & Publicaciones S.A.

Santiago de chile, diciembre de 2021