En un texto que entrecruza ensayo político, testimonio vivencial, humor y poesía, el artista contemporáneo chileno Francisco Papas Fritas (“Ad angusta per angusta”, “Amortanasia”, "Desclasificación Popular") reflexiona sobre el plebiscito de salida del próximo 4 de septiembre y su propia postura al respecto. "La emoción de lo político es lo que me mueve a insistir en hablar", asegura.

Oh, infinito ego mío,
narcisismo que creo que tengo voz
para movilizar a un pueblo desde la singularidad de mi encierro
Oh, infinito ego mío,
que piensa que ve más allá
de tantos intelectuales y expertos.

Coro: Tú Francisco Tapia
tú Papas Fritas
agorafobico sin calle
que no sale más que a la esquina de su casa
¿Cómo podrías ver,
con tu miopía
las realidades tan diversas para creer tener la potestad de hablarle a la gente?

Tú, anarquista comunista
pretendes ser un intelectual de lo político.
¿Qué podrías decir en tus palabras, a la gente, que ellos no sepan?
Tú, que tu miserable vida se escuda en el pesimismo,
¿A quién representas como para hablar de un pueblo o de un nosotros?

Quizás, nada que no sepan diré, querido pueblo doliente. Pero la emoción de lo político es lo que me mueve a insistir en hablar, a creer que hay algo valioso en mi palabra. Soy un crítico constante de las constituciones; en el anarquismo que amo con profundo ensueño, creemos en la abolición del Estado para que el comunitarismo del socialismo pueda persistir por sobre cualquier estructura autoritaria.

Utópico, podrán decirme muchos, ingenuo, y quizás con justa razón, pero eso depende del tiempo y empujar a esos cambios dolorosos de lo político. Para que al final del camino, se generen las transformaciones de aquella felicidad que el capital jamás podrá calcular o vender.

Oh, mi anarquismo me llama a no votar.
Pero mi empatía hacia un pueblo de obreras y obreros tristes por las dificultades del sol presente, que ilumina las precarizadas vidas llenas de temores, que algunos osan a llamar fachos pobres. ¿Cómo poder mirar ello, sin avergonzarme de mí ser obstinado? Es imposible desmarcarse de esta situación, donde el territorio llamado Chile se separa en mediocridad de las dicotomías.

Aún así -y detrás de esas dicotomías malditas y agotadas- se levantan emociones políticas importantes, que no podemos dejar de ver por ningún motivo. Probablemente muchas y muchos ya lo observen desde largo tiempo: mi hablar es para emplazar a quienes no lo ven, persistiendo en escribirles desde mi ego y mi dolor, como un observador que mezcla todo en ello; romántico, soñador de utopías ácratas en un marco de sufrimiento nihilista con sabor a pesimismo, pero en búsqueda de ser realista por sobre todo.

Para aquellos que nos dicen “ultrones” por abrazar la ideología estructural de la izquierda; es real que no hemos sido capaces de enfrentar esas máquinas gigantescas del capitalismo y dar una alternativa plausible a un pueblo que ha sido dinamitado en el individualismo. Quizás falta de creatividad, entusiasmo o fuerza, pero jamás por falta de dolor e intentos.

Cuando se ha intentado, les matan, les apresan.

El anarquismo -el cual añoro con paciencia y realismo- ha sido incapaz de tratar con amor a un pueblo. Hoy vemos más “A” de Anarquía, donde parecen más reaccionarios y que desde su dolor personal adolecen pataleando en el vacío. Disculpen desde ya, personas del coro, porque no les hemos ofrecido nada.

Coro: El rechazo no es más que el conservador
Es fascismo con neologismos
o eufemismos, que se instala en el mundo entero.
Ellos no pierden con el apruebo,
lo que buscan es una victoria moral que solidifique su discurso.

Oh! ego mío, que solo ve la tragedia
sabrá el coro ¿que mi ego no mata como el de ellos?

Su victoria moral, desde hace mucho, ha creado falsas polarizaciones que las vemos como reales desde la emoción. Intentan desestabilizar a la patria que tanto nombran desde su chauvinismo y nacionalismo, y lamentablemente, lo logran desde la imposición del miedo, para mantener el poder concentrado en pocos, buscando al pueblo como aval.

Ellos también les hablan, queridos, dicen que se preocupan de nuestro pueblo; a ese pueblo que también yo le escribo y quiere votar rechazo por miedo, donde muchos de mis coterráneos ideológicos lo condenan al llamarlo “facho pobre”. Sabemos que el progresismo burgués, en su ímpetu, no ha visto cómo le afecta vuestra realidad cuando se cruza con los avances en derechos para minorías postergadas, porque modifica lo individual por sobre lo estructural colectivo, y por ello puede calar en ustedes los discursos de “sheriffs” y sus lágrimas de cocodrilos televisadas, que desean eliminar lo diferente, cuando son ellos los que han apostado por las brechas que hoy se expresan en barbarie.

Pero la única minoría peligrosa es la que concentra todo el poder, creando dolor y generando rédito del dolor de su pueblo y, mañana ese dolor será peor, porque la derecha chilena existe viendo a su pueblo como inferiores, ellos se hacen dueños de todo lo que nos pertenece. Ellos han estado imponiendo lo que ellos aprecian como verdad a sable, sangre y fuego por 200 años. Ellos les quieren pobres, pero hablaran de acabar de la pobreza y de “nivelar hacia arriba”; pero jamás van a querer que salgas de ahí, necesitan siempre que seas ignorante, empleado, sumiso, y súbdito.

Aún así la alternativa que nos dan hoy las miserables dicotomías de la democracia burguesa está lejos de ser la nueva constitución que ponga fin a lo estructural que plantea la izquierda marxista o anarquista. Al contrario, la nueva constitución lo mantiene, ya que la ultra derecha en Chile ostenta demasiado poder como para pensar que podemos romper lo estructural por vías democráticas. Se necesita una gran revolución y créanme -con dolor- que lamentablemente no estamos preparados para eso. Porque hoy solo el individualismo prima gracias al neoliberalismo, que no solo es una cosa de qué puedo comprar libremente, si no de diferenciarse en todo aspecto. Porque yo soy el producto, un producto que se debe vender,y esta constitución tiene mucho de eso, pero avanza en las ideas de social democracia.

Coro:
Votar apruebo puede generar cambios a largo plazo
pero la victoria moral no tiene precedentes como pueblo
y es políticamente innegable para un pueblo se levantó desde el hartazgo
sabiendo que no nos levantamos con un fin “panaceanico”.

Dejaron su sangre, y a cambio le ofrecieron migajas; esas migajas son el apruebo. Pero que se entienda que la próxima vez que el pueblo se levante, es el pan el que se debe buscar; no es posible cometer dos veces el error de aceptar migajas.

Pero para que exista un “otra vez”, debe existir primero el voto del apruebo. No habrán cambios de demasiada importancia, así como si gana el rechazo tampoco se mantendrá la constitución del ‘80. Pero la victoria moral se la llevaran esos grupos de concentración del poder, que cuando se levantó el pueblo desde el hartazgo otra vez usaron a sus familiares militares de alto rango para enviar a sus peones a golpear, matar o sacar ojos a sus vecinos obreros; obedeciendo aquellas órdenes de la clase adineradas, que con tal de hacer más dinero es capaz de destruir la naturaleza, a tal punto que hoy el calentamiento global se siente en el mundo como un colapso irreversible.

Ustedes no son militares que deben obedecer a generales, a dueños de fundos, no son esclavos para someterse a la defensa de los intereses del patrón. Pueblo querido, son personas que deben conquistar el pan y su libertad. El 4 de septiembre no la conquistaremos, pero si votamos apruebo nos permite soñar con levantarnos una próxima vez y esta vez sí conquistar el pan.

Y cuando ello suceda, ahí estaremos estos ultrones para dar nuestras vidas, por un amor y empatía tan fuertes, que mi agorafobia dejara de doler; y así otras y otros degollarán sus miedos, emancipándose por tener la verdad y la razón. Ante ustedes, querido pueblo, que los han arrinconado al miedo, olvidándonos que esta victoria moral, que posibilita los levantamientos futuros y ojalá con la lucidez necesaria.

Oh ego mío,
esta vez has fallado
porque mi corazón te ha silenciado,
para que la voz de una sabia
que con sus labios
en mis labios ha puesto su voz
para que se manifieste en estas palabras desde la ternura.