Por estos días, se cumplen 99 años de la Revolución de Octubre (que en nuestro calendario, fue en Noviembre). En adelante, los rusos soviéticos trabajaron en desarrollar una cultura nueva, y el cine no fue la excepción. De hecho, fue un punto angular para comunicar y finalmente, ideologizar. Primero, fue un cine más histórico y revolucionario, pero no pasó mucho tiempo antes que tocara otros géneros.

Siempre es interesante dar una vuelta a la evolución de un arte del que no existen por esta parte del mundo tantas referencias como quisiéramos (mezcla de omnipresencia de Hollywood y Patio trasero de EEUU). Pero gracias a este lindo invento llamado Internet, podemos explorar y acceder a material riquísimo para expandir nuestra idea del séptimo arte.

Acá, una lista de películas soviéticas de ciencia ficción:

1. Solaris (1972)

Partamos por la que, posiblemente para el fanático del cine y de la ciencia ficción, sea la cinta más conocida de detrás del muro (mil veces llamada la versión soviética de 2001: Odisea en el Espacio). Solares es una película de Andrei Tarkovski (Stalker, Nostalgia, La Infancia de Iván) basada en la novela del polaco Stanislaw Lem, y cuenta la historia de Kris Kelvin, un psicólogo que ha viajado a la estación espacial Solaris para evaluar si la misión científica que se está llevando a cabo allí debe continuar. En el módulo se encuentra con que los científicos a bordo han sido empujados al borde de la locura, y pronto Kelvin se ve a sí mismo atormentado por una manifestación de su amada, que se había suicidado en la Tierra.

El director estadounidense Steven Soderbergh hizo un remake (cómo no) de Solaris en 2002, con George Clooney como Kelvin. Sin embargo, podríamos decir que no llega con la misma fuerza artística y conceptual.

2. Viaje Cósmico (1935) 

Dirigida por Vasily Zhuravlev, esta cinta muestra un intento de aterrizaje (tema explorado en la ya célebre Viaje a la Luna de Georges Melies, 1912) terminan en fracaso. Lo bizarro ya parte porque después de dos misiones sin éxito donde lanzan un conejo y unos gatos, ¡Deciden enviar un grupo de científicos! Sin intención de arruinarles el final, al final la luna es colonizada por la URSS. Y en el camino de regreso, incluso encuentran el gato ¿Vivo o muerto? Ok, no les diré.

Con una estética futurista, que en los planos generales se compara en grandilocuencia a lo visto en Metrópolis de Fritz Lang (Alemania, 1927), esta cinta abrió el camino a la colaboración científica en el cine, a modo de consultores, algo tan común en nuestros días (Ni qué decir de The Big Bang Theory). En este sentido, los aspectos científicos de Viaje Cósmico fueron supervisados por el

científico de cohetes soviético Konstantin Tsiolkovsky, quien creó 30 dibujos técnicos de la nave espacial para la película.

3. Per Astra ad Aspera (1981)

Del latín “A través del esfuerzo, el triunfo”, esta película se basa en un guión del escritor soviético Kir Bulychev y cuenta la historia de un equipo de cosmonautas soviéticos del siglo XXIII que han descubierto una nave varada en el espacio, en cuyo interior se encuentra una mujer humanoide con habilidades (sabremos después) de teletransporte y telekinesis, pero no tiene recuerdos sobre lo sucedido en la nave. El capitán Sergei Lebedev decide traerla a la Tierra. De ahí, veremos una historia con una cadencia particular, y un componente ideológico sutil, pero presente no sólo es esta, sino en casi todas las cintas de ese lado del mundo.

Richard Viktorov dirigió la versión original de 1981 de esta película. Murió poco después en 1983 y el hijo de Viktorov, Nikolai, lanzó una nueva versión en 2001, habiendo remasterizado el sonido y los efectos especiales y endulcorado la edición, cortando varios pedazos del sistema atados con ideología soviética. Lamentablemente, esa versión es lo único que se puede encontrar por internet.

4. Aelita (1924)

Basada en la novela de Tolstoi del mismo nombre, Aelita se considera un clásico no sólo de cine soviético, sino de cine mundial. Esta cinta de la época muda cuenta la historia de un ingeniero, Los, que crea una nave espacial capaz de volar a Marte.

Los va a Marte en compañía de Gusev, un soldado del Ejército Rojo, y un detective llamado Kravtsov, donde encuentran una civilización alienígena humanoide. Mientras Gusev trama una revolución, un amor se desarrolla entre Los y Aelita, la hija del líder marciano.

Punto para la película lo constituye la estética marciana constructivista, en una época donde la exploración artística iba en esa dirección en la URSS. Luego, en la época de Stalin, con una línea más ajustada al realismo socialista, y por una posterior lectura antirrevolucionaria de la película, fue congelada (metafóricamente hablando, obvio) hasta después del fin de la Guerra Fría.

5. El cielo está llamando (1959)

En 1957 (en el mundo real) la URSS envía al espacio el primer satélite y todo parece indicar que los rusos dominan la carrera espacial. En este contexto, aparece esta película de Valeri Fokin, que relata una expedición científica soviética a Marte. Así, la nave espacial Patria ha sido construida en una estación espacial, donde la expedición espera el comando para comenzar.

Este film es el primero que plantea el enfrentamiento con EEUU. Aquí, una nave estadounidense con problemas mecánicos llega a la misma estación espacial, secretamente teniendo los mismos planes para la conquista del Planeta Rojo. Tratando de mantenerse por delante de los soviéticos, comienzan sin preparación adecuada, y se ponen en peligro, lo que lo convierte en una misión de rescate liderada por los rusos.

Es curioso (a nuestros ojos) la forma de construcción de arquetipos, donde estamos acostumbrados a exactamente lo contrario. Vale recordar películas como Armaggedon, donde es la avería de la Estación Espacial MIR la que causa un problema en el viaje de la misión liderada, obviamente, por estadounidenses.

Otro punto de esta película, es que tuvo una reedición 3 años después, pero de bajo presupuesto y producido por Roger Corman. Corman delegó la dirección de esta nueva versión a quien fuera en ese momento un joven muy joven Francis Ford Coppola. La doblaron al inglés, quitaron el conflicto EEUU/URSS y los planos generales de naves soviéticas las reemplazaron con naves de la NASA.