Ballet Nacional Chileno presentó “Mi Mano”, del coreógrafo iraelí Idan Sharabi

Idan Sharabi | www.newdialect.org
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El Ballet Nacional Chileno, que dirige el artista francés Mathieu Gilhaumon, estrenó su segundo ciclo, denominado “Herencia”. En éste, el coreógrafo israelí, Idan Sharabi, presentó en un total de ocho funciones (una se suspendió), su obra “Mi mano”, un trabajo con el que debuta en nuestro país y en el que reflexiona en torno a conceptos como la experiencia y el sacrificio.

Respecto del proceso creativo llevado a cabo para dar vida a esta nueva obra, el art ista comentó que “Mucha de mi inspiración para la coreografía viene de mi propia vida o de cosas que veo en la calle. Antes de empezar a crear fue mi cumpleaños y estaba aquí, me cantaron cumpleaños feliz en la sala de ensayo, y encontré la relación con “La consagración de la Primavera”, la emblemática obra del compositor ruso Igor Stravinsky, la cual constituye parte de la música utilizada para dar vida al espectáculo de danza”.

Sharabi expresa que “fue algo grande para mí elegir esta obra de Stravinsky, porque la he estado escuchando durante 7 años en diferentes versiones, unas cinco distintas. Ya la música es la mayor inspiración en mis creaciones, porque es el material, lo mismo que los bailarines(as). Es el material que escuchas, el sentido. Los bailarines observan lo que sientes”. Añade que “sus espontáneas decisiones, son la creación en sí mismas”.

El Ballet Nacional Chileno, con una presentación en dos actos y con duración de una hora, ofrece en “Mi Mano”, un trabajo de conjunto, esforzado y con mucho de fuerza gimnástica, destacando a los bailarines Luis Baeza, Carolina Bravo, Nicolás Berrueta, Rita Rossi, Paola Moret, Enrique Faúndez, Valentín Keller, Fabiá n Leguizamón, Lateef Williams y Marine Garcia.

El elenco que conduce el francés Mathieu Gilhaumon, lo integran también, los bailarines David Correa, Catalina Donoso, Baptiste Gahón, Cynthia Ocampos, Ignacia Peralta, Amaru Piñones, Alexandra Romero y Vanessa Turelli.

Aspirantes: Gema Contreras y Rodrigo Pozo. Coordinador: Cristian Contreras. Maestros de baile y asistentes de ensayo: Kana Nakao y Jorge Carreño. Director de escena y asistente de ensayo: Renato Peralta y pianista acompañante: Carolina Holzapfel.

El coreógrafo israelí explicó que comenzaron así con algunos juegos que sirvieron como material inicial, lo que se complementó con diferentes experiencias en Chile como también otras previas a su viaje a nuestro país.

Según Idán Sharabi, el bailarín se detiene también en el concepto de sacrificio. “Continuar con tu vida es un sacrificio pero también una oportunidad de seguir”, reflexiona. “Todo interrumpe a todo en el mundo. Todo toca a todo. Todo sacrifica a todo. Todo está en relación con todo. Si mueves algo, todo se mueve. Esa idea del sacrificio es lo más inspirador para mí”.

Ex-bailarín de la compañía Nerderlands Dans Theater (NDT) y de la Batsheva Dance Company, Sharabi ha sido recompensado varias veces por su trabajo coreográfico. La prensa internacional ha alabado su labor con los danzarines, describiéndolo como delicado, con un lenguaje que ha encontrado su propia voz, la de un artista original. Así, el joven y talentoso coreógrafo forma parte de una nueva generación de artistas israelíes atiborrados de una fuerte identidad y de una escritura innovadora.

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El Ballet Nacional Chileno, que dirige el artista francés Mathieu Gilhaumon, estrenó su segundo ciclo, denominado “Herencia”. En éste, el coreógrafo israelí, Idan Sharabi, presentó en un total de ocho funciones (una se suspendió), su obra “Mi mano”, un trabajo con el que debuta en nuestro país y en el que reflexiona en torno a conceptos como la experiencia y el sacrificio.

Respecto del proceso creativo llevado a cabo para dar vida a esta nueva obra, el art ista comentó que “Mucha de mi inspiración para la coreografía viene de mi propia vida o de cosas que veo en la calle. Antes de empezar a crear fue mi cumpleaños y estaba aquí, me cantaron cumpleaños feliz en la sala de ensayo, y encontré la relación con “La consagración de la Primavera”, la emblemática obra del compositor ruso Igor Stravinsky, la cual constituye parte de la música utilizada para dar vida al espectáculo de danza”.

Sharabi expresa que “fue algo grande para mí elegir esta obra de Stravinsky, porque la he estado escuchando durante 7 años en diferentes versiones, unas cinco distintas. Ya la música es la mayor inspiración en mis creaciones, porque es el material, lo mismo que los bailarines(as). Es el material que escuchas, el sentido. Los bailarines observan lo que sientes”. Añade que “sus espontáneas decisiones, son la creación en sí mismas”.

El Ballet Nacional Chileno, con una presentación en dos actos y con duración de una hora, ofrece en “Mi Mano”, un trabajo de conjunto, esforzado y con mucho de fuerza gimnástica, destacando a los bailarines Luis Baeza, Carolina Bravo, Nicolás Berrueta, Rita Rossi, Paola Moret, Enrique Faúndez, Valentín Keller, Fabiá n Leguizamón, Lateef Williams y Marine Garcia.

El elenco que conduce el francés Mathieu Gilhaumon, lo integran también, los bailarines David Correa, Catalina Donoso, Baptiste Gahón, Cynthia Ocampos, Ignacia Peralta, Amaru Piñones, Alexandra Romero y Vanessa Turelli.

Aspirantes: Gema Contreras y Rodrigo Pozo. Coordinador: Cristian Contreras. Maestros de baile y asistentes de ensayo: Kana Nakao y Jorge Carreño. Director de escena y asistente de ensayo: Renato Peralta y pianista acompañante: Carolina Holzapfel.

El coreógrafo israelí explicó que comenzaron así con algunos juegos que sirvieron como material inicial, lo que se complementó con diferentes experiencias en Chile como también otras previas a su viaje a nuestro país.

Según Idán Sharabi, el bailarín se detiene también en el concepto de sacrificio. “Continuar con tu vida es un sacrificio pero también una oportunidad de seguir”, reflexiona. “Todo interrumpe a todo en el mundo. Todo toca a todo. Todo sacrifica a todo. Todo está en relación con todo. Si mueves algo, todo se mueve. Esa idea del sacrificio es lo más inspirador para mí”.

Ex-bailarín de la compañía Nerderlands Dans Theater (NDT) y de la Batsheva Dance Company, Sharabi ha sido recompensado varias veces por su trabajo coreográfico. La prensa internacional ha alabado su labor con los danzarines, describiéndolo como delicado, con un lenguaje que ha encontrado su propia voz, la de un artista original. Así, el joven y talentoso coreógrafo forma parte de una nueva generación de artistas israelíes atiborrados de una fuerte identidad y de una escritura innovadora.