Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) llenaron de minas y explosivos la antigua ciudad de Palmira, en Siria, informó este domingo la ONG Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Palmira, situada en el centro de Siria, cayó en manos de los yihadistas el 21 de mayo, lo que suscitó una gran preocupación por su inestimable patrimonio arqueológico, después de que el EI hubiera destruido numerosos vestigios históricos en el vecino Irak.
Según el OSDH, no está claro si la intención de los yihadistas es volar la antigua ciudad o impedir el avance de las tropas sirias.
La Unesco inscribió Palmira, la “perla del desierto”, en el patrimonio mundial de la humanidad. La ciudad, situada a unos 210 kilómetros al noreste de Damasco, es famosa por su columnata romana, sus templos y sus torres funerarias.
El OSDH indicó, además, que el régimen sirio ha realizado numerosos bombardeos sobre los barrios residenciales de Palmira en las últimas 72 horas, dejando al menos 11 muertos.
“Las fuerzas del régimen están en las afueras de la ciudad, en el oeste, y han reunido refuerzos en los últimos días, lo cual sugiere que quizá preparen una operación para retomar Palmira”, añadió el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
“Hemos recibido informaciones de habitantes (de Palmira) que dicen que es cierto. (Los yihadistas) han llenado los templos de minas”, declaró este domingo el director del departamento sirio de museos y antigüedades, Maamun Abdelkarim, a la AFP.
“Espero que esas informaciones sean inexactas, pero todos estamos preocupados”, añadió, instando a “los habitantes de Palmira, los jefes de tribus, los religiosos y los hombres de cultura a intervenir para impedir” que se repita lo ocurrido en Irak.
Desde la toma de la ciudad, el EI ha decapitado a 20 hombres y ha volado la cárcel, una de las más famosas de Siria por las torturas que infligía el régimen de Bashar al Asad entre sus paredes.
El EI aprovechó el conflicto iniciado en marzo de 2011 en Siria para implantarse en el país y conquistar la mitad de su territorio, según el OSDH.