Catharine Acurso es una chica cubana-estadounidense de 25 años y 1.73 de estatura, que en un año perdió 46,7 kilos gracias a su perseverancia y fuerza de voluntad.

La mujer residente en Los Angeles (California, EEUU) reveló a la revista de salud femenina Women’s Health que pasó de 112,4 kilos a 65,7 en sólo 12 meses.

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“Toda mi vida tuve sobrepeso. Vengo de una familia de gente rellenita, y cuando era pequeña, todas nuestras reuniones familiares se basaban en la comida. No importaba si era una reunión feliz o triste, la gente siempre estaba ofreciendo algo de comer el uno al otro (y no quieres insultar a nadie por no comer, es una parte de mi cultura cubana). Además, con cinco hermanos y mi mamá trabajando mucho, la comida rápida era algo habitual”, explicó.

Acurso señaló que cuando estaba en sexto grado en la escuela era la niña más grande de su curso y pensó que debía tratar de bajar de peso o nunca le gustaría a los chicos en la secundaria. “A partir de entonces, mi mamá y yo probamos casi todas las dietas populares de principios de 2000. Ella siempre me estaba animando a bajar de peso al mismo tiempo que ella lo hacía. Por lo general perdía entre 13 a 18 kilos con esas dietas, pero yo siempre recuperaba mi peso o incluso subía un poco más”, aseguró.

El proceso

El cambio vino después de graduarse de la secundaria, cuando entró a la universidad y comenzó a trabajar a medio tiempo. “Estaba tan emocionada de sentirme independiente, pero mi abuela se enfermó y murió. Fue un momento muy duro, porque ella era como una madre para mí”, dijo Catharine.

Esto la hizo reflexionar, pues la muerte de su abuela, se debió a que sufría problemas del corazón, algo común en su familia. Según reveló la joven, “ella tuvo una cirugía de bypass triple cuando estaba en tercer grado y había estado entrando y saliendo de los hospitales desde entonces. Realmente me hizo darme cuenta de que tenía que tomar en serio mi salud”.

“Unos meses después de su muerte, en enero de 2009, algunos miembros de la familia y yo decidimos unirnos a Weight Watchers (conocido plan para bajar de peso). A pesar de que sabía que tenía que recuperar la salud, estaba reacia a ir. Pero después de que empecé a entrar, me hice mucho más consciente de todo lo que estaba poniendo en mi cuerpo. Aunque el programa me ayudó en un primer momento, decidí que quería empezar a hacer cambios en mi dieta y actividad física por mi cuenta. Necesitaba cambiar mi estilo de vida, y yo sabía que seguir una serie de reglas por el resto de mi vida no iba a funcionar para mí”, explicó.

Fue así como empezó haciendo cambios muy graduales como dejar de beber gaseosas y limitar la comida chatarra.

“Con el tiempo, empecé a agregar más frutas y verduras en mi dieta, y mis papilas gustativas empezaron a cambiar. De hecho, ahora se me antoja un plátano en lugar de una barra de golosina como snack. Y a pesar de que estaba comiendo con bastante frecuencia, hice un trato conmigo misma de tener por lo menos dos comidas caseras a la semana. Con el tiempo, empecé a cocinar la mayoría de mis comidas en casa”, comentó.

Asimismo su rutina de ejercicios también tuvo cambios paulatinos. “Comencé a caminar en mi hora de almuerzo y hacer senderismo para quemar calorías extra y aumentar mi metabolismo. Después de perder cerca de 27 kilos, comencé a usar una máquina elíptica en el gimnasio y corría en el verano. Para enero de 2010, cuando había logrado alcanzar mi meta de pesar 65 kilos, me preparé para correr su primera media maratón”, relató.

“Creo que el hecho de hacer cambios graduales era parte de mi éxito”, señaló Acurso, quien agregó que aún sale a comer con amigos de vez en cuando, pero mantiene un estilo de vida mucho más activo y saludable. “Hoy, estoy muy orgullosa de decir que he mantenido mi peso con éxito durante cinco años”, expresó.

Women's Health

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Las 3 claves

Para Catharine las 3 claves de su triunfal baja de peso fueron:

- Tomar siempre desayuno: “Esto ha sido un factor crucial en mi pérdida de peso, ya que me impidió estar hambriento y cansado al final del día”.

- Tratar de hacer algún tipo de ejercicio todos los días: “Empecé caminando durante mi hora de almuerzo durante una hora, y eso realmente me ayudó a conectarme con la actividad física. Simplemente se convirtió en un hábito que me gustó mantener a diario”.

- Ser paciente con la pérdida de peso: “Tenía semanas donde no comía tan bien como yo hubiese querido y a veces ganaba un poco de peso, pero yo sabía que podría volver a la pista. Eso me ayudó a no renunciar a la esperanza y seguir con mi nuevo estilo de vida”.

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