Estados Unidos e Irán lograron avances “sustanciales” este miércoles sobre las conversaciones en torno al programa nuclear iraní, y el secretario de Estado, John Kerry, volvió a reunirse inesperadamente con su homólogo, para seguir negociando, en vísperas del encuentro del domingo del grupo 5+1.

Este sorpresivo avance se produce luego de que ambos diplomáticos se reunieran durante cinco horas en Ginebra, una cita que fue calificada como “sustancial” por un funcionario estadounidense.

Una hora y media después del fin de la reunión, el secretario de Estado, volvió al hotel Mandarin Oriental de Ginebra, para reunirse con Zarif.

Ya estaban programadas una serie de reuniones de expertos iraníes y estadounidenses el jueves, viernes y sábado, antes del encuentro entre Irán y el grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) el próximo domingo. 

Los negociadores están centradas en lograr un acuerdo sobre el programa nuclear antes del 1 de julio, ya que no consiguieron cerrar un pacto antes de la anterior fecha límite del 24 de noviembre de 2014. 

Según el acuerdo temporal alcanzado en noviembre de 2013, las reservas de materia fisible se redujeron de un 20% de uranio enriquecido a un 5%, a cambio de un alivio parcial de las sanciones a Teherán. 

Ese pacto reduce la “capacidad” iraní para producir una bomba atómica, una aspiración que Teherán siempre negó tener. 

Las negociaciones chocan, sobre todo, con la voluntad de Irán de conservar el derecho a enriquecer uranio que, en algunos casos, se podría utilizar para fabricar el arma nuclear. 

También hay desacuerdos sobre las sanciones globales que golpean la economía iraní, ya que Teherán desea un levantamiento total de las sanciones, mientras que Washington defiende una suspensión temporal y gradual. 

Un sentimiento de urgencia

El secretario de Estado dijo esta semana a los periodistas que “intenta acelerar el proceso para conseguir más avances”. 

Los diplomáticos se han visto invadidos por un sentimiento de urgencia por la necesidad de encontrar una solución al conflicto diplomático. La embajadora norteamericana en la ONU, Samantha Power, alertó el lunes contra el recurso a nuevas sanciones susceptible de torpedear las negociaciones. 

“Imponer nuevas sanciones llevaría casi seguro al final de las negociaciones que no sólo permitieron paralizar el programa nuclear iraní, sino que podrían dirigirnos a un acuerdo que nos daría confianza respecto a su carácter pacífico”, afirmó Power.

Por su parte Zarif, que tiene previsto reunirse con el ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier en Berlín el jueves y con su homólogo francés en París el viernes, ha reiterado que Irán no busca hacerse con una bomba nuclear. 

Al llegar a Ginebra, Zarif señalo que su país está dispuesto a “llevar a buen término todos los puntos, pero hay que ver si la otra parte también está dispuesta”. 

Sin embargo, al preguntado por la posibilidad de alcanzar un acuerdo antes del 1 de julio, Zarif contestó: “Ya veremos”.