Pese a reconocer que era el autor de los tres falsos avisos de bomba que afectaron en octubre de 2013 al Liceo Industrial de Osorno, el adolescente de 16 años que fue llevado a juicio por tal causa fue absuelto de todos los cargos que se le imputaban.

Tras 4 días de juicio, el que fue suspendido en más de una oportunidad considerando la falta de magistrados y la presencia de otros juicios, se terminó de rendir la prueba pericial donde posteriormente se dio paso a la lectura de veredicto, donde los jueces terminaron por absolver al menor.

En conversación con Radio Bío Bío, el defensor penal Rigoberto Marín dijo que los jueces manifestaron que de acuerdo a todos los datos ventilados durante el juicio, vale decir testimonios y la declaración del mismo imputado, se pudo comprobar que en los llamados no había una intención de generar caos público, sino el sólo evitar las clases y una prueba de matemáticas.

A partir de ahí, al no poder acreditarse el dolo en el delito es que los magistrados aceptaron la prueba de la defensa, absolviendo de esa forma al menor, alzándose todas las medidas cautelares que pudieran pesar en su contra.

El abogado se mostró más que conforme con la determinación de los magistrados, añadiendo que por parte de su representado siempre existió la colaboración para esclarecer los hechos, reconociendo desde el primer contacto que tuvo con el Ministerio Público, que él fue el autor de los llamados, las que concretó utilizando tanto un equipo móvil personal, como el de un amigo, quien dijo nunca imaginarse que le prestaba su celular para realizar ese tipo de llamada.

A ello se suma que no por el hecho de reconocer el menor la acusación en sí, deba ser condenado dado que se comprobó que el afán de la llamada no era alarmar sino evadir clases.

Mencionar que la próxima semana se procedería con la lectura de sentencia que viene a ratificar la absolución de cargos, donde el Ministerio Público deberá determinar si recurrirán ante el Tribunal de Alzada de Valdivia en busca de la nulidad del juicio, de lo contrario la sentencia quedaría firme y ejecutoriada quedando el menor libre de toda acusación.