Hasta la primera quincena de agosto, los cielos de nuestro país ofrecerán un gran espectáculo a la ciudadanía, especialmente a quienes disfrutan con los fenómenos astronómicos. Del orden de 20 meteoros por hora será posible apreciar durante la noche si se busca el lugar y las condiciones apropiadas para deleitarse con la actividad de las llamadas Delta Acuáridas, cuyo nombre deriva de su punto radiante situado frente a la constelación de Acuario que casi alinea con la estrella Skat (Delta Acuari).
Roberto Assef, investigador del Núcleo de Astronomía de la Universidad Diego Portales, UDP, señaló que, “Será una dilatada lluvia de estrellas, que a diferencia de las otras no se concentra sólo en una o dos noches. Para apreciarla de la mejor manera, lo ideal es alejarse de la ciudad porque su contaminación lumínica afecta la calidad del cielo. San José de Maipo, por ejemplo, es un buen lugar para disfrutarla.”
Las lluvias de estrellas se producen cuando nuestro planeta Tierra cruza el camino orbital de un cometa encontrándose con trozos que esté ha ido perdiendo y que al friccionarse con nuestra atmósfera se encienden, generando el efecto de lo que conocemos como estrellas fugaces.
Las Delta Acuaridas provienen de los desechos del cometa 96P/Machholz en honor al aficionado a la astronomía Donald Machholz, quien lo descubrió en 1986.
El doctor Luis Barrera, astrónomo de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación, UMCE, informa que, “Si bien hay un radiante, es decir, el lugar donde se origina la lluvia, es difícil hablar de una región ciento por ciento definida porque los cometas no pierden material en forma homogénea y ese material tampoco ingresa de manera ordenada y concentrada a nuestra atmosfera. Por esto las estrellas fugaces que veremos, sin importar el lugar del cielo donde se avisten, se podrían asociar a las Delta Acuáridas.”
Los astrónomos coinciden en que las personas que deseen disfrutar de este fenómeno deben estar atentas a lo que ocurre en todo el cielo. “La mayor concentración de material que se encuentra cercana a la región de Acuario, aparecerá alrededor de las nueve de la noche en dirección a la cordillera. Se ubicará sobre nuestras cabezas a eso de las tres de la madrugada” agregó el doctor Luis Barrera.
Sobre la recomendación de los profesionales de buscar cielos cordilleranos para disfrutar de esta lluvia de estrellas, el astrónomo Daniel Cornejo, monitor del observatorio Pailalén, ubicado en el Cajón del Maipo, comentó que, “Efectivamente la ausencia de contaminación lumínica beneficiará desde todos los ángulos la experiencia. Pero en esta ocasión además no habrá luna y por lo tanto la noche será más oscura favoreciendo todavía más la observación. Esto ocurrirá entre la última semana de julio y la primera semana de agosto.”
En el último año las lluvias de estrellas se han hecho más conocidas y populares, lo que las ha llevado a reclamar su lugar en la agenda astronómica. “En fechas como estas, se registra un significativo aumento de la demanda de las personas por información. En nuestro caso esta realidad nos ha llevado a potenciar la infraestructura e incluso a modificar nuestras actividades habituales, dotando las terrazas de Pailalén con reposeras para que las personas se puedan instalar de espalda mirando el cielo con tranquilidad, ya que hay que tomarse un tiempo para apreciar el fenómeno”, agregó Daniel Cornejo.
Para explicarlo en sencillo, “se pueden describir como ´bolas de hielo sucio´ los desechos que va dejando el cometa producto de los vientos solares” precisa el doctor de la UMCE, Luis Barrera.
Por su parte el astrónomo de la UDP, Roberto Assef invitó a la población a aprovechar fenómenos como este, que se dan unas 6 o 7 veces en el año. “Pero no siempre cuentan, como en esta oportunidad, con las mejores condiciones para disfrutarlos”, añadió.