El arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí, sentenció que quienes buscan despenalizar el aborto terapéutico pretenden liberalizar la interrupción del embarazo bajo cualquier condición.
Lo anterior en relación con la entrega de la píldora del día después a menores de 14 años, sin el consentimiento de sus padres. Acusó que sobrepasa los derechos y deberes del Estado.
A través de una carta pastoral denominada “La Razón al Servicio de la Vida Humana”, el arzobispo de la ciudad penquista entregó sus argumentos en contra del aborto, ya sea terapéutico, en caso de violación o por un feto que presente graves malformaciones.
Entre sus conclusiones exhortó a sincerar el debate a quienes buscan legalizar el aborto ante cualquier circunstancia, comenzando por su carácter “terapéutico”.
En relación con la entrega de la píldora del día después a menores de 14 años sin el consentimiento de sus padres, el Arzobispo insistió en que es incongruente que a un menor de edad no se le pueda vender una cerveza, pero sí una píldora a su juicio “abortiva”.
En un Estado laico es aún más importante la voz de la Iglesia, por lo que no se le puede prohibir pensar, destacó el Arzobispo de Concepción, Fernando Chomalí.