Un duro operativo militar desplegado el fin de semana en Colombia causó la muerte a 14 rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), guerrilla que tiene previsto reanudar su diálogo de paz con el gobierno este martes en La Habana.
“Hasta ayer (domingo) se habían presentado 13 neutralizaciones y este lunes, en continuación de los registros, nos han reportado la neutralización de otro” guerrillero en el departamento de Antioquia (noroeste), dijo el general Juan Pablo Rodríguez, comandante de las Fuerzas Militares, en rueda de prensa.
El funcionario señaló que la operación militar, que se inició el sábado con un bombardeo, se produjo tras 40 días de preparación y tenía como objetivo debilitar estructuras cercanas al miembro de la cúpula de las FARC, alias Pastor Alape, que según militares se encuentra en la zona.
“Es el segundo bombardeo en menos de dos meses. Son operativos militares normales aunque hay una intención muy grande de seguir haciendo operativos contra Pastor Alape”, dijo a la AFP Ariel Ávila, politólogo de la Fundación Paz y Reconciliación, organización no gubernamental que sigue el conflicto.
La operación se realizó en el municipio de Vigía del Fuerte, en una zona ubicada en el límite del departamento de Antioquia con el de Chocó, en el Pacífico colombiano, que es considerada estratégica por el bloque noroccidental de las FARC.
El golpe a las FARC, primera guerrilla de Colombia con cerca de 8.000 combatientes según cifras oficiales, se produjo a escasos días de que las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos retomen las conversaciones que adelantan en La Habana, desde noviembre de 2012.
Desde el comienzo, las partes acordaron avanzar en las pláticas sin una tregua bilateral.
Según analistas, dado que en las bases de la negociación no estaba previsto un alto al fuego, este operativo no va a afectar los diálogos.
“Las condiciones incluían negociar en medio del conflicto y así se ha hecho”, afirmó Ávila.
Por su parte, Alejo Vargas, politólogo de la Universidad Nacional y director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, insistió en que “así como los hechos de violencia de la guerrilla, aunque puedan ser rechazados y demás, son parte de ese conflicto que se busca terminar, igual pasa con estos hechos de parte de la fuerza pública”.
Antes de ser reelegido en junio pasado, Santos afirmó en varias ocasiones que continuaría la presión contra los insurgentes.
“Felicitaciones a nuestras Fuerzas Armadas por operación contra bloque noroccidental de las FARC en Chocó”, escribió el presidente Juan Manuel Santos en su cuenta en Twitter.
El resultado del nuevo operativo militar “demuestra que las Fuerzas Militares y la Policía estamos a la ofensiva, cumpliendo los lineamientos (…) de mantener las operaciones para garantizar la seguridad y tranquilidad de nuestros compatriotas”, agregó Rodríguez, quien informó este lunes que en julio han muerto 20 guerrilleros en combates.
Aparte de las muertes, los uniformados afirman haber recuperado armas, material de comunicaciones y de inteligencia de ese grupo armado.
Las FARC, con 50 años de antigüedad, han llegado a acuerdos con el gobierno en los temas de desarrollo rural, participación política y drogas ilícitas. Aún quedan por debatir los de víctimas -discusión que comienza este martes-, la dejación de las armas y la refrendación de los acuerdos a los que se llegue en La Habana.
Santos fue reelegido por su propuesta de terminar las negociaciones de paz con las principales guerrillas del país. La segunda de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), anunció la semana previa a la segunda vuelta electoral, el 15 de junio pasado, que también quiere dialogar con el gobierno.