La sociedad chilena no mira hacia afuera del país. Y como lo que ocurre fuera de nuestras fronteras nos es extremadamente ajeno, muchas veces se tiende a la simplificación.

Por ejemplo, a esta hora, el este de Europa ebulle y hasta algunos hablan de guerra, por lo que está pasando en Ucrania. ¿Cómo mirar lo que allí está ocurriendo?

A mi juicio, lo primero es que se use el mismo parámetro para medir lo que pasa y no cambiarlo de acuerdo a si conviene o no por razones ideológicas. O sea, que no haya doble estándar.

En Venezuela ocurre algo similar. Por ejemplo, la organización Human Rights Watch, denunció que las fuerzas de seguridad de Venezuela incurren en un “patrón sistemático de abusos” contra manifestantes opositores, incluyendo la tortura.

Se podrá estar o no de acuerdo con el diagnóstico. Lo impresentable es que, en nuestro país, los que esgrimían los informes de Human Rights Watch condenando a la dictadura pinochetista como una verdad revelada, ahora los descalifiquen porque estaría al servicio del imperialismo. De nuevo doble estándar.