Son 55 emblemáticos vestidos de la artista y diseñadora madrileña, un ícono de la cultura pop, que viene especialmente a nuestro país a inaugurar la exhibición organizada por la Municipalidad de Las Condes y la Fundación Agatha Ruiz de la Prada, y patrocinada por la Embajada de España, se presentará entre el 30 de abril y 28 de junio en la Sala de Arte Las Condes.

Agatha Ruiz de la Prada lleva más de 30 años aportando un toque de color a las pasarelas de todo el mundo. Originales y divertidos, sus diseños son inconfundibles al primer golpe de vista, y muchos de ellos son dignos de museo y verdaderas obras de arte pop.

 

La Municipalidad de Las Condes y la Fundación Agatha Ruiz de la Prada, con el patrocinio de la Embajada de España, presentan en la Sala de Arte Las Condes, ubicada en el Centro Cívico de la comuna, la exposición Agatha Ruiz de la Prada en Chile, que será inaugurada el martes 29 de abril, con la presencia de la propia artista y diseñadora madrileña.

 

A través de 55 emblemáticos vestidos, escogidos especialmente por Agatha Ruiz de la Prada y considerados sus favoritos, la muestra hace un recorrido por las más de tres décadas de trabajo en que la diseñadora se ha entregado en cuerpo y alma a una idea: transmitir optimismo a través del arte, ya sea con una prenda de vestir o con todo tipo de objetos cotidianos.

 

Esta muestra antológica –abierta al público entre el 30 de abril y 28 de junio- se presentó en 2013 en el Salón de Baile del Museo Correr de Venecia, Italia, y a principios de este año, en el Museo de Arte Contemporáneo de Lima, Perú.

“Hablamos de una gran diseñadora, que ha hecho su propia teoría del color,  una artista ampliamente reconocible por su obra, por la alegría y motivación que expresa, y por eso es tan importante que hayamos concretado esta muestra en Chile y en Las Condes, y conocer piezas únicas de su creación”, expresa el alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza.

 

Nacida en Madrid en 1960, Agatha estudió en la Escuela de Artes y Técnicas de la Moda de Barcelona, A los 20 años comienza a trabajar como ayudante en el estudio madrileño del modisto Pepe Rubio. Un año después presenta su primera colección en el centro de diseño LOCAL de Madrid y desde entonces ha desfilado en las capitales internacionales de la moda: París, Milán, Berlín, Florencia, Madrid y Barcelona.