Las conclusiones del estudio por la tuberculosis fueron entregadas por el Ministerio de Salud al interior de la Cárcel de Alta Seguridad en Valparaíso. Si bien el contagio está dentro de los niveles esperados dentro de la población penitenciaria, la incidencia de contagio es 18 veces mayor con respecto a la ciudadanía fuera de las cárceles. No obstante, continúa estando bajo la media de los países de América Latina

El riesgo de contagio de tuberculosis que existe en la población de internos de las cárceles de Chile es mayor en relación a quienes no están privados de libertad, y está dentro de lo que se esperaba, según la investigación.

La estadística universal de la enfermedad indica que de cada 10 contagiados, sólo uno manifiesta los síntomas de la enfermedad.

La directora de Epidemiología de la Universidad del Desarrollo y Clínica Alemana, Ximena Aguilera, indicó que las variables de incidencia en el contagio en las cárceles son el hacinamiento, la forma de contacto entre personas privadas de libertad, la condición social, el ser portador de VIH, el consumo de drogas y marihuana, el uso de corticoides por más de un mes, y el acceso a un tratamiento oportuno, con alcances preventivos efectivos.

La tasa de la patología en la población chilena es de baja frecuencia, y promedia los 13 casos por 100 mil habitantes. En cambio, dentro de los recintos penitenciarios, es de 237 casos por los mismos 100 mil individuos, por lo que el riesgo de contagio puede llegar a ser entre 18 a 30 veces mayor.

El estudio contempló un año y medio de análisis de casos en las regiones de Valparaíso, Metropolitana y de O’Higgins, contactando a cada uno de los casos, es decir, con quienes convivían en las cárceles, sus visitas y gendarmes que mantenían contacto con los infectados con la bacteria.

Fue la seremi de Justicia de la región de Valparaíso, Paz Anastasiadis Le Roy, quien valoró la colaboración de Gendarmería, del Ministerio de Salud y de los investigadores para obtener estos resultados, que permitirán avanzar en la prevención de su contagio al interior de los recintos.

Según el director regional de la institución, coronel Carlos Muñoz, existen dos casos de internos contagiados y cuatro gendarmes.

Si bien solamente en la región, la tasa de funcionarios penitenciarios dobla a la de los internos, se les ha brindado el tratamiento adecuado para prevenir que lleguen a fases más complejas de la enfermedad.

Toda esta información está contenida en el estudio “Determinantes de la transmisión de tuberculosis, en la población privada de libertad, y su impacto, como reservorio para la población general de Chile”, realizado por el Centro de Epidemiología y Políticas de Salud, de la Facultad de Medicina de la Clínica Alemana, y la Universidad Del Desarrollo.