Bomberos de la Primera Compañía de Curanilahue atraviesan por una precaria situación. Esto porque mientras el Ministerio de Obras Públicas aún no les informa cuándo se iniciará la construcción del cuartel destruido por el terremoto del 27F, los voluntarios funcionan en un taller mecánico facilitado por una vecina.
La Primera Compañía de Bomberos de Curanilahue es una de las más solicitadas por su especialidad de rescate vehicular y ataque contra incendios estructurales. Por eso, les urge contar con el cuartel definitivo, ya que el original se cayó con el terremoto de 2010.
Tras el sismo, los voluntarios han pasado por lugares provisorios, y actualmente están albergados en un taller mecánico en calle Santa María, facilitado por una vecina de la junta de vecinos Ramón Freire.
Si no fuera por ella, los bomberos pasarían en la calle, pero el lugar sigue siendo inapropiado pese a los esfuerzos por mejorarlo.
Durante las guardias nocturna,s los voluntarios duermen donde pueden y hay hacinamiento en las reuniones, expuso Héctor Pérez, director de la entidad local.
Pérez agregó que existe un proyecto de construcción de un moderno edificio, pero que aún está en etapa de corrección de observaciones en el MOP desde 2012. Luego vendrá la licitación, adjudicación y obras, las que no tardarán menos de un año.
Sin embargo, algo se avanzó en los últimos días con una reunión cumplida a mitad de semana, en la que autoridades de Bomberos y el alcalde de Curanilahue, Luis Gengnagel, se comprometieron a buscarles un inmueble transitorio.
La primera compañía posee un carro, el que además sufrió el robo de materiales cuando, después del terremoto, quedó a la intemperie.