La preocupación de los padres que envían a sus hijos al colegio ya no pasa por solamente ver qué aprenden, sino que también por cómo se relacionan con sus pares. El bullying o matonaje escolar es un problema que muchos han tenido que enfrentar y que temen que suceda, debido al aumento del acoso entre compañeros.
Un colegio de Peñalolén, donde el 85% de sus alumnos provienen de una familia en situación vulnerable, asegura haber encontrado una forma de mejorar la convivencia escolar y evitar este tipo de problemas, aumentar la autoestima de los niños y generar el diálogo entre ellos.
Aunque parezca raro, la situación habría mejorado gracias a las Flores de Bach, sustancia que permite una “rehabilitación de las emociones”, de manera de lograr un bienestar general. Este método se ocupa desde 2009 en el Colegio Likankura de Peñalolén, y Teresita Espinoza, una de sus terapeutas, conversó al respecto en Expreso Bío Bío.
Según indicó la experta, esta fue una iniciativa de la fundación Casen, y lo que más interesaba era brindar una ayuda a la comunidad a través de la terapia floral, empezando por los niños. Posteriormente, profesores, directores y hasta los auxiliares se sumaron al tratamiento. “Los niños han modificado su conducta, están más tranquilos, armonizados, saben que sus vidas pueden cambiar en medida de que ellos puedan cambiar”, indicó Espinoza.
Además, agregó que todo el colegio se ha transformado en un modelo de amabilidad, sociabilidad y de apertura a otras líneas de acción, provocando un ambiente que describió como “mágico” en el establecimiento.
Escucha todos los detalles de este tratamiento, en la entrevista realizada por Scarleth Cárdenas y Patricio Cuevas, en Expreso Bío Bío.