El disidente cubano Óscar Espinosa Chepe, de 72 años y uno de los 75 condenados durante la primavera negra de 2003, falleció este lunes en un hospital de Madrid debido al agravamiento de una enfermedad crónica, informó a la AFP su esposa Míriam Leiva.

“Falleció esta mañana a las 7H00 GMT. No había ninguna evolución y se trató que fuera lo más llevadero posible. Era inevitable”, lamentó Leiva.

Espinosa Chepe, economista y periodista independiente, llegó a Madrid el 12 de marzo con un permiso especial de La Habana para recibir asistencia médica para una hepatopatía crónica granulomatosa que, según su esposa, se agravó durante su periodo de encarcelamiento en Cuba.

Condenado a 20 años de prisión en 2003, Chepe obtuvo la libertad provisional por motivos de salud en noviembre de 2004 y a principios de este año, coincidiendo con la reforma migratoria realizada por el régimen cubano, consiguió un pasaporte para viajar a la capital española para ser tratado.

“El mío es un caso humanitario, fue una invitación del gobierno español, se resolvió (positivamente) y me dieron el pasaporte”, dijo el economista a la AFP antes de trasladarse a España.

Sin embargo, la asistencia médica que le practicaron en la capital española no consiguió revertir el curso de la enfermedad, advirtió ya en agosto su esposa.

“Su cuerpo se apaga con grandes molestias, mientras sus ideas y pensamientos continúan dedicados a Cuba y su pueblo. Espero un desenlace fatal pronto”, pronosticó un mes atrás.

De momento, los restos de Espinosa Chepe fueron trasladados a un tanatorio madrileño a la espera de iniciar los trámites para su repatriación.

“Quiero trasladarlo a Cuba porque él siempre quiso estar allí. Él vino para Madrid pensando en regresar a Cuba y esa es mi aspiración también”, explicó su esposa, ex diplomática cubana convertida en activista de los derechos humanos.

Nacido el 29 de noviembre de 1940 en Cienfuegos, Chepe trabajó desde 1961 hasta 1992 como economista en varios departamentos de la administración cubana, tanto dentro de la isla como en su diplomacia exterior.

Sancionado en dos ocasiones durante esa época por comentarios contrarios a la política económica castrista, en 1992 fue acusado de ser un “sujeto contrarrevolucionario” y poco después empezó a trabajar como economista y periodista independiente.

En marzo de 2003, Chepe fue uno de los 75 detenidos en la conocida como primavera negra, los cuales fueron condenados a duras penas de prisión.

Liberado un año más tarde hasta que se curara, Chepe siguió escribiendo sobre la situación de su país hasta que en junio de 2012 su enfermedad, estabilizada hasta entonces, se agravó.

Tras su muerte, su mujer espera que su trabajo y sus ideas ayuden al progreso de su país.

“Óscar siempre trató de conseguir lo mejor para Cuba, para el progreso de nuestro país y de nuestro pueblo y para la democracia. Para eso dedicó toda su vida y creo que eso, de alguna manera, puede contribuir al desarrollo del país y ser útil para este momento y para el futuro”, deseó.