“Nostalgia de la Luz”, de Patricio Guzmán, es sólo el último capítulo de una larga serie de censuras y problemas con documentales, películas e investigaciones que no se han transmitido, se han dado en forma incompleta o en horarios insólitos.

En la lista también está “El Diario de Agustín”, de Ignacio Agüero, ganador de FIDOCS 2013 con el documental “El otro Día” y realizador de una de las diez mejores películas latinoamericanas de los últimos 20 años, de acuerdo a una selección realizada por varios festivales de América Latina para celebrar los 20 años del Festival de Cine de Valdivia.

Lo grave aquí es que TVN compró los derechos para transmitir el documental sobre el rol de El Mercurio durante la dictadura, sin embargo no emitió el trabajo audiovisual.

También está el caso de la película de Miguel Littin “Isla Dawson”, en la que el cineasta también reclamó a la televisora estatal por el horario y la casi nula difusión de su exhibición.

Aquí tenemos 3 obras que tratan, en forma crítica, a la dictadura chilena que va de 1973 a 1989. Pero esta historia es larga, incluso en “Democracia”. Baste recordar el duro paso de René Cortázar -como Director Ejecutivo- por el canal estatal. O los problemas con “Una Belleza Nueva”, de Cristián Warnken.

¿Qué le pasa a TVN con determinados temas? ¿Tiene dificultades para exhibir, dialogar y discutir sobre algunos tópicos, especialmente los relacionados a la dictadura o de índole valórica? ¿Éstos le traen problemas con los avisadores, con autoridades o dirigentes políticos? ¿O tal vez cree que sus telespectadores son “menores de edad” para algunos temas? (Porque para otros claramente no lo son, incluso en el horario de los matinales….). Los hechos mencionados son ejemplos de verdadero desprecio por los espectadores como por el propio rol que debiera –o creemos debiera- cumplir un canal estatal.

En otras palabras y a la luz de los hechos antes mencionados: ¿Cuál es el rol de TVN? ¿Qué sentido tiene como institución del Estado? Y si cumple un rol relevante para éste, el canal ¿está reflejando y representando de buena forma al Estado de Chile?

Hace pocos días el Congreso aprobó la ampliación del giro de TVN, pudiendo así abordar otras áreas y poder competir con Canal 13 y otros medios que han ramificado su actuar. ¿Qué sentido tiene eso si TVN no cumple un rol relevante para el Estado?

Ahora debemos ser honestos. La censura, los problemas con los temas que se tratan y sus horarios, la influencia aparente de autoridades, políticos y avisadores, afectan a otros canales. No en vano se han “bajado” varios capítulos de “Contacto” en el Canal 13.

¿Éste es el rol que queremos para nuestra televisión? Más aun… ¿es este el Estado de Chile -y su reflejo en Televisión Nacional de Chile- que queremos? Saque usted sus propias conclusiones.

Ezio Mosciatti
Arquitecto