Una paciente del hospital base de Osorno planteó su reclamo a causa del progresivo deterioro de su salud tras ser sometida a una intervención quirúrgica el año 2005, período desde el cual no recibe un diagnóstico claro que explique su actual condición.

Irene Vargas, señaló que está perdiendo movilidad y hoy depende de otras personas para sus actividades cotidianas, pero lamentó que desde su intervención no existe una explicación médica que le permita entender el porqué está en condición de postrada.

A ello, la paciente sumó la imposibilidad de contar con apoyo desde el centro hospitalario, pese a las reiteradas solicitudes de audiencia a fin de ser atendido su requerimiento.

La respuesta a la denuncia llegó a través de un comunicado desde Hospital San José de Osorno, donde se aseguró que existe un proceso de atención que por años no se ha interrumpido en la prestación del servicio a la usuaria Irma Vargas; sin embargo, se alcanzó acuerdo de obtener una tercera observación de su caso clínico y, de ser necesario, una nueva intervención, pero esta vez, en un nuevo centro especializado de la red pública para su determinada patología en Santiago, asumiendo los gastos operacionales del traslado a la Región Metropolitana, incluyendo a un acompañante familiar en esta última etapa de su atención.

El comunicado afirma que todos los exámenes de la usuaria se encuentran en orden, ya que se han agotado todos los esfuerzos para lograr su recuperación y no se puede desconocer la permanente relación que ha existido entre equipo de salud y la paciente.