El gobierno sudafricano afirmó este jueves que Nelson Mandela, de 94 años, “responde bien al tratamiento” en su sexto día de hospitalización por una infección pulmonar.

En un comunicado, el gobierno deseó una rápida recuperación al símbolo de la lucha contra el apartheid y dijo que recibe “los mejores cuidados médicos”.

La expresión utilizada por las autoridades es la misma que la de las anteriores hospitalizaciones del premio Nobel de la Paz.

El presidente Jacob Zuma anunció el miércoles ante el parlamento que ‘Madiba’, el nombre de su clan que los sudafricanos utilizan para referirse afectuosamente a Mandela, “responde mejor al tratamiento”.

El viernes pasado Mandela fue trasladado al hospital “en estado grave”.

Zuma, que este jueves continuaba en Ciudad El Cabo, no modificó su agenda y el sábado viajará a Maputo para una cumbre sobre Zimbabue.

Se trata de la cuarta hospitalización en siete meses de Mandela, considerado un símbolo mundial de la paz y el perdón y padre de la Sudáfrica moderna.

La exitosa transición del régimen racista del apartheid hacia la democracia le valió el Premio Nobel de la Paz en 1993, que compartió con el último presidente del apartheid, Frederik De Klerk.

Mandela sufre de una infección pulmonar recurrente, secuela de sus 27 años de reclusión bajo el régimen del apartheid.

Con cada nueva alerta sobre su salud, los que conocieron al expresidente y todos los sudafricanos se preparan para el fin inevitable y recuerdan que sólo su combate será inmortal, a condición de que cada uno lo perpetúe.

“Lo que es importante es conservar en la memoria la forma de su compromiso. Nelson Mandela está muy enfermo, Desmond Tutu [arzobispo anglicano y premio Nobel de la Paz, de 81 años] también está muy viejo. Naturalmente desaparecerán un día”, comentó este jueves el Dalai Lama en una visita a Nueva Zelanda.

“Lo que es importante es que perdure su enseñanza y su espíritu”, continuó el líder tibetano, amigo del arzobispo Desmond Tutu. “Considero como mi responsabilidad que continúen inspirándonos incluso después de su muerte”, dijo.

Denis Goldberg, de 80 años, uno de los últimos veteranos del juicio de Rivonia en el que Mandela fue condenado a prisión perpetua a los 45 años en 1964, confió el jueves al diario Star sentirse incómodo por la insistencia de la prensa en la persona de Mandela.

“Contrasta con el altruismo de su vida. No es honrar a Nelson Mandela imaginarse que él sólo ‘trajo la libertad’. Mandela era un líder capaz de movilizar, de inspirar la acción colectiva”, dijo.

“Alabamos a Mandela por su sacrificio pero no estamos siempre preparados para la idea de que debemos sacrificarnos nosotros mismos”, añadió Goldberg, el único blanco condenado en Rivonia.

Liberado en 1990, Mandela fue entre 1994 y 1999 el primer presidente negro de su país, un dirigente de consenso que supo ganarse el corazón de la minoría blanca cuya opresión había combatido. Retirado de la vida política apareció en público por última vez en 2010.