La policía turca desalojó por la fuerza en dos oportunidades este martes a las personas presentes en la emblemática plaza Taksim de Estambul, en momentos en que el primer ministro Recep Tayyip Erdogan aseguraba que se acabó la “tolerancia” hacia los manifestantes opositores.

El primer operativo policial en la plaza Taksim fue sorpresivo, ya que en la tarde del lunes el gobierno turco había anunciado que Erdogan mantendría el miércoles una reunión con representantes de los manifestantes.

En la mañana del martes, elementos de las fuerzas de seguridad con equipos antidisturbios se apoderaron de la plaza emblemática del centro de la ciudad turca, tras tres horas de enfrentamientos con los manifestantes.

Los agentes pasaron por encima de las improvisadas barricadas y expulsaron a varias decenas de personas que habían pasado la noche allí. Las fuerzas de seguridad dispararon varias salvas de granadas de gas lacrimógeno y utilizaron cañones de agua.

No obstante, miles de manifestantes regresaron en las últimas horas de la tarde del martes a la plaza, donde la policía pasó a ocupar posiciones laterales, después de una jornada de violenta represión a los manifestantes, constató la AFP.

Una hora más tarde, la policía volvió a desalojar por la fuerza a los manifestantes, dejando numerosos heridos.

Previamente, después de la primera evacuación de la plaza, Erdogan había indicado que no “habrá más tolerancia”.

“Me dirijo a aquellos que quieren continuar con estos acontecimientos, que quieren seguir aterrorizando: este asunto ya se acabó”, señaló en el parlamento de Ankara, ante los diputados de su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP).

Si bien las fuerzas de seguridad no intervinieron en el parque Gezi, donde también había manifestantes, Erdogan recalcó que “Gezi es un parque, no una zona de ocupación”. “Invito a todos aquellos que son sinceros a retirarse”, lanzó.

Los manifestantes ocupan Gezi desde hace varios días para denunciar un controvertido proyecto de acondicionamiento de la Plaza Taksim que prevé que se arranquen los 600 árboles del parque.

Las manifestaciones en Turquía se han cobrado la vida de cuatro personas, tres manifestantes y un policía, declaró también el primer ministro.

“¿Pueden creer? Atacan Taksim y nos lanzan gases esta mañana, cuando nos ofrecieron anoche conversar con nosotros”, declaró un manifestante de 23 años llamado Yulmiz.

El grupo ecologista de defensa de Gezi también denunció el uso de la fuerza. “Nos quedaremos aquí mientras no se tome ninguna medida concreta para cumplir con los pedidos de los jóvenes que protegen Taksim y el parque Gezi”, indicó.

En la tarde del lunes, el gobierno turco había anunciado que Erdogan había decidido mantener el miércoles una reunión con representantes de los grupos de manifestantes, un gesto que fue considerado como una señal de flexibilización de su posición.

“Nuestro primer ministro dio cita a algunos de los grupos que organizan esas manifestaciones”, había declarado el lunes al anochecer el viceprimer ministro, Bülent Arinç. “Nuestro primer ministro escuchará lo que tienen que decir”, añadió.

La ONG Greenpeace, invitada a esta reunión, afirmó que no concurrirá. “Antes se tiene que acabar la violencia”, indicó.

La policía arrestó el martes a decenas de personas, incluyendo a 73 abogados, quienes denunciaban en el Palacio de Justicia de Estambul la intervención policial, indicó la Asociación de Abogados Contemporáneos.