Las tropas sirias bombardearon este domingo feudos rebeldes cerca de Damasco, un día después de otra jornada de violencia en el país en la que al menos 11 niños murieron en las afueras de la capital, indicó un organización siria.

Según el observatorio sirio de derechos humanos (OSDH), al menos 32 civiles, entre ellos 11 niños y tres mujeres, murieron el sábado en los bombardeos aéreos y terrestres de la periferia suroeste y noreste de Damasco y los pueblos cercanos.

En la noche del sábado al domingo, las fuerzas leales al presidente sirio Bashar Al Asad también se enfrentaron con los rebeldes en Harasta, en el noreste de Damasco, y bombardearon Moadamiya Al Sham, en el suroeste, y Bait Saham, cerca de la carretera del aeropuerto, según el OSDH.

En el sur del país, en la provincia de Deraa, la cuna de la revolución contra el régimen que empezó a mediados de marzo de 2011, hubo combates entre el ejército y los rebeldes en la ciudad Jeque Maskin, indicó el l’OSDH.

También hubo enfrentamientos por el control de varios cruces en la frontera con Jordania, controlada por las fuerzas del régimen.

Jordania y Siria tienen una frontera común de 370 kilómetros que centenares de personas cruzan cada día a pie huyendo del conflicto que, según el OSDH, ha provocado la muerte de al menos 45.000 personas en 21 meses.

Este domingo, otros dos rebeldes murieron en los combates con el ejército en la provincia central de Hama y hubo explosiones en la capital.

En la ciudad de Homs, decenas de personas murieron tras un asalto del ejército del régimen, que retomó el control del barrio de Deir Baalbeh el sábado, indicó el OSDH, que recaba información a través de una red de militantes y médicos en el país.