Dura y autoritaria. Así describen a Marta Harnecker, socióloga que se autodefine como educadora popular, y que actualmente participa en el “II seminario Los marxismos en el Siglo XXI”, que trata la obra de Karl Marx en la Biblioteca de Santiago y la Universidad de Valparaíso.

En entrevista con Tomás Mosciatti, Harnecker, marxista y esposa del fallecido comandante de la revolución cubana, Manuel Piñeiro, se refirió a los movimientos marxistas, ideología que define como “un método científico y de interpretación de la realidad”.

En la ocasión, la psicóloga de formación criticó a la izquierda de los 70 u 80 pues -dijo – “importábamos modelos, lenguajes, y no estudiábamos suficientemente nuestra realidad”, no haciendo mucha crítica, habían respuestas formadas.

Esta mujer que vivió 7 años en Venezuela, cerca de Hugo Chávez, agregó que “en estos procesos nuevos, de transición, a una sociedad alternativa al capitalismo, yo creo mucho en la crítica pública. Estos procesos son tan complejos que necesitan control popular, alertas”.

Harnecker, que se define marxista, también se refirió a la Revolución Rusa, sobre la que señaló que para el mundo significó resolver problemas de hambre, de educación, salud y un esfuerzo que no se ha terminado por la vivienda. Por eso -agregó- los pueblos de África y Asia miraban esa sociedad; donde hubo en un momento un desarrollo.

Consultada por su declaración: “Tendríamos que explorar la participación de los trabajadores en cooperativas, sería un camino para ser explotado”, respondió que “como marxistas tenemos una visión de las coopetraticas como un primer paso importante, porque nos interesa la gestión de los trabajadores”. Ahora, el tema -continuó- es si las cooperativas en sí van a ser una solución o estarán insertas en una sociedad en la cual no se centre en el interés en un grupo, sino en resolver los problemas de la sociedad”.

Como ejemplo, dijo que es partidaria de la autogestión yugoslava, que tuvo el mérito de que se le pasó la fábrica a los trabajadores y la gestión fue a los trabajadores, tras lo cual hubo un aumento de la productividad pues estaban interesados en su labor. El problema -enfatizó- fue estar aisladas, no considerar al resto de las regiones y que se creía que los trabajadores sin experiencia podían manejar la empresa. “Se comprobó que se debe formar a los trabaajadores para un éxito”.

En este sentido, recalcó la importancia de la autogestión, “donde se defienda una sociedad alternativa al capitalismo, donde hayan consejos de trabajadores que gestionen las empresas, pero empresas relacionadas con la comunidades. Un sistema en que las decisiones en cuanto a planificación económica se den desde los trabaajaodres y las empresas”.

Finalmente, consultada sobre lo que podría suceder en Cuba, indicó que “yo creo que los cambios son necesarios, que no resisten más el modelo económico, y ellos lo saben, se debe hacer un énfasis a las cooperativas y a la autogestión”.

Escucha la entrevista completa realizada por Tomás Mosciatti a Marta Harnecker.

http://www.youtube.com/watch?v=cFlcDx4zy70