Con cierta regularidad, las encuestas y entrevistas en medios de comunicación nos revelan la demanda de mayores elementos de patrimonio cultural en las ciudades, algo especialmente cierto en urbes como Concepción, que perdió un sinnúmero de casas de arquitectura clásica tras el terremoto de 2010.
Sin embargo, ¿de qué sirve tener patrimonio si no se le cuida?
Esto es algo que quedó tristemente al descubierto esta semana, luego que el quiosco de la Plaza Independencia y el Liceo Fiscal de Niñas finalizaran sus trabajos de restauración, que los mantuvieron varios meses cubiertos, alejados a la vista de la ciudadanía.
Por desgracia no alcanzó a pasar un día desde su entrega, para que manifestantes los rayaran a plena luz del día, ensuciando las escasas construcciones
Puede que una persona incluso esté de acuerdo con las consignas de los rayados, pero al igual como se repudia la destrucción de los bienes públicos que realizan muchos candidatos en época de elecciones con su propaganda, la comunidad debe cuidar los edificios y monumentos que nos pertenecen a todos, máxime cuando el dinero para restaurarlos ha salido de nuestros propios bolsillos.
Christian Leal (BBCL)
Radio Bío Bío (RBB)
