Un cese del fuego decretado tempranamente y la inclusión de la sociedad civil en el diálogo que comenzará el próximo 8 de octubre entre el gobierno de Colombia y la guerrilla FARC contribuiría al éxito de las conversaciones, estimó este martes el centro de análisis Crisis Group.

“Parece haber una firme voluntad por alcanzar un acuerdo, en tanto el gobierno entiende que únicamente por medios militares no puede terminar el conflicto y las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, comunistas), por su parte, parecen reconocer que la lucha armada les permite poco más que la mera sobrevivencia”, indicó International Crisis Group en un reporte preparado especialmente para el inicio de la mesa de conversaciones en Oslo.

Aunque en su análisis Crisis Group consideró que las condiciones del proceso de paz son auspiciosas, también alertó que el conflicto armado colombiano “aún cobra vidas diariamente, retrasa el desarrollo socioeconómico e impide la consolidación de una democracia verdaderamente incluyente y plural”.

Además, advirtió que “el resultado no depende solo de la voluntad y habilidad negociadora de las partes” e hizo una serie de recomendaciones entre las que destaca conseguir “un cese del fuego bilateral en una fase temprana de las negociaciones (…) a fin de producir alivio humanitario en las zonas de conflicto y minimizar el riesgo de desestabilización de las conversaciones”.

Al anunciar hace pocas semanas el inminente inicio de las negociaciones, el presidente Juan Manuel Santos aclaró que el proceso de paz se llevará a cabo en el exterior y sin que se detengan las operaciones militares o la actividad guerrillera, e incluso pidió a la población “templanza” ante un eventual recrudecimiento de los enfrentamientos.

En tanto, la guerrilla ha declarado que apenas se instale la mesa de diálogo planteará el cese el fuego bilateral, aunque precisó que el punto no implica una condición previa para emprender el proceso de paz.

En su evaluación, Crisis Group recomendó también “asegurar la apropiación y apoyo efectivo del proceso de paz de la sociedad civil, especialmente las comunidades afectadas por el conflicto”.

Pero tampoco la participación de la sociedad civil está contemplada hasta ahora en el esquema de conversaciones.

Esta será la cuarta vez desde 1980 que las FARC y el gobierno de Colombia intentan hallar una salida negociada al conflicto armado que padece este país desde hace casi 50 años.

Tras una ceremonia formal el próximo 8 de octubre en Oslo, las conversaciones deben trasladarse a La Habana. El proceso de paz tendrá a Noruega y a Cuba como países garantes y a Venezuela y Chile como acompañantes.

Las FARC son la principal guerrilla de Colombia, con unos 9.200 combatientes.

En el país actúa también el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), con unos 2.500 guerrilleros, pero hasta ahora no está previsto que forme parte del proceso.