La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, celebró este viernes en Santiago el “salto cualitativo” de las relaciones entre su país y Chile, en el marco de una visita oficial en la que el presidente Sebastián Piñera reafirmó el apoyo al reclamo territorial sobre las islas Malvinas.

Cristina F. Kirchner arribó a Chile la tarde del jueves y este viernes tuvo una extensa reunión de trabajo con Piñera en el palacio presidencial de La Moneda, tras la cual firmaron seis acuerdos de cooperación bilateral.

La noche anterior, durante una distendida cena oficial, Piñera reafirmó el “más firme” apoyo de Chile al reclamo argentino de soberanía de las Islas Malvinas, bajo dominio de Gran Bretaña desde 1833.

El apoyo tiene lugar en medio de una creciente tensión entre Argentina y Gran Bretaña, a pocas semanas de conmemorarse el 30 aniversario de la guerra librada por ambos países entre abril y junio de 1982 por la soberanía de este archipiélago.

La mandataria argentina agradeció el apoyo chileno y afirmó que el dominio de las islas por parte de Gran Bretaña es un “anacronismo” y representa una “afrenta a la humanidad”.

“Hoy existen 16 enclaves coloniales en el mundo, 10 de los cuales corresponden al Reino Unido. Son un anacronismo y una afrenta para la humanidad”, dijo la mandataria durante su discurso en la cena.

Este viernes, ambos mandatarios no aceptaron preguntas tras la firma de acuerdos y sólo realizaron una breve declaración de prensa, en la que resaltaron el buen momento por el que atraviesan las relaciones bilaterales.

Piñera dijo que el compromiso es dar “un paso hacia algo más” tendiente a “derrumbar todas las fronteras” que hoy separan a ambos países. “Muchos creen que la Cordillera de Los Andes nos separa, pero la queremos convertir en un punto de unidad”, señaló el mandatario.

“Hemos dado un salto cualitativo muy grande”, dijo por su parte Kirchner, quien adelantó que “en los próximos meses” Chile y Argentina deberán tomar “decisiones importantes” en materia de conectividad energética, para “utilizar con más eficiencia los recursos de ambos países”.

Al final agradeció nuevamente el apoyo de los chilenos a la causa argentina por las Malvinas, señalando su alegría porque en la calle le gritaron “las Malvinas son argentinas”.

Pero su visita a Chile estuvo también precedida por la preocupación expresada por los exportadores chilenos debido a las trabas al ingreso de productos importados que el gobierno de Kirchner comenzó a aplicar en febrero pasado.

También por la posibilidad planteada por la mandataria argentina de sustituir el vuelo semanal que realiza la aerolínea chilena LAN a las Malvinas por dos o tres vuelos operados por Aerolíneas Argentinas.

Ninguno de los dos temas, sin embargo, fue abordado públicamente por los mandatarios en su declaración de prensa.

Los acuerdos firmados se refieren al reconocimiento mutuo de títulos profesionales, el establecimiento de un foro permanente que reúne a intendentes y gobernadores de provincias chilenas y argentinas y el intercambio de información técnica en el área de medicamentos.

Los mandatarios firmaron también un acuerdo que permite el intercambio bilateral de órganos entre pacientes de ambos países y que se inicia con el acceso al trasplante hepático de niños.

En una reunión posterior con periodistas, el canciller chileno, Alfredo Moreno, señaló que ya fue tomada la decisión de construir un túnel binacional -de entre 13 y 14 km- en el paso Aguas Negras, y que está en evaluación la construcción de otro túnel binacional por debajo de las Cordillera de Los Andes, para unir a ambos países por el paso de Los Libertadores.