Las grandes potencias (grupo 5+1) aceptaron “reanudar” en las próximas semanas las negociaciones con Teherán sobre el programa nuclear, interrumpidas desde hace un año y consideradas claves para aliviar la tensión entre Israel e Irán.

“En nombre de China, Francia, Alemania, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos he propuesto reanudar las negociaciones con Irán sobre su programa nuclear”, dijo este martes la jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton en una carta dirigida al negociador iraní Said Jalilien, en la que no se precisó ni la fecha ni el lugar para una reunión.

“No queremos que estas negociaciones fracasen”, subrayó un responsable europeo.

“Esperemos que esta vez sí, que Irán esté dispuesto”, añadió al destacar que éstas se desarrollarán en los próximos días.

Esto se debe en parte a que “nuestra gestión de las sanciones ha demostrado ser la correcta: no contra la población civil pero sí apuntando a cambiar la forma en que Teherán ha manejado el asunto nuclear” y también a la “unidad de la comunidad internacional” respecto a este tema.

La carta de la UE fue enviada luego de que Teherán anunciara que está dispuesto a autorizar, bajo ciertas condiciones, una nueva inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) en la base militar de Parchin, al sudeste de Teherán.

Un informe de la AIEA señaló que todo indicaba que se habían efectuado pruebas nucleares allí. Las potencias occidentales han expresado una y otra vez sus sospechas de que Irán pretende dotarse de la bomba atómica con el pretexto de un programa nuclear civil.

El ministro de Relaciones británico William Hague destacó que las grandes potencias quieren demostrarle a Irán su disposición a encontrar una solución diplomática “brindándole la oportunidad de responder a las legítimas inquietudes” del país.

“Irán debe aprovechar esta oportunidad”, señaló Hague en un comunicado. “Es un buen momento para que Irán demuestre al mundo que quiere una solución pacífica y negociada para el asunto nuclear”, precisó.

La reacción de las potencias ocurre luego de que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijera en Washington al presidente estadounidense, Barack Obama, que Israel debe seguir siendo “dueño de su propio destino”, en una firme defensa de su derecho a ordenar un ataque unilateral contra Irán.

Estados Unidos defendió la necesidad de agotar la vía de la diplomacia antes de emprender acciones militares pero aseguró que el compromiso de su país con Israel es “sólido como una roca”.

Tras cuatro meses de tira y afloja, Teherán dio el 14 de febrero su acuerdo a una reanudación del diálogo con el grupo de los 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad –Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña–, más Alemania), interrumpido desde hace más de un año, siempre y cuando se respete su derecho a desarrollar la energía atómica con fines pacíficos.

El negociador iraní dirigió entonces la carta a Ashton, quien representa en las conversaciones al grupo de los 5+1, en respuesta a otra misiva enviada en octubre por la UE.

Pero al mismo tiempo, Teherán amenazó con suspender el suministro de petróleo a Italia, España, Grecia, Alemania, Portugal y Holanda, en represalia por el embargo petrolero y bancario decidido en enero por la UE.

Irán vende poco más del 20% de su petróleo a la Unión Europea (unos 600.000 barriles/día), esencialmente a Italia, que le compró unos 185.000 barriles diarios en 2011 (13% de sus importaciones), España (161.000 barriles, o sea 12% de sus importaciones) y Grecia (103.000 y 30% respectivamente).

Desde noviembre, la presión sobre Irán se ha intensificado. Estados Unidos y la Unión Europea han reforzado sus sanciones e Israel agita la amenaza de un ataque militar.