La psicóloga de la Universidad San Sebastián, Natalia Valenzuela, expresó que en caso que los papás tengan un hijo que nunca ha ido al jardín infantil y debe enfrentar el inicio del año escolar, es recomendable que previamente les expliquen a qué lugar y condiciones se van a enfrentar, cómo es la infraestructura, los profesores, los compañeros de curso y el sistema académico.

Según la especialista, es bueno enfatizar sobre los aspectos positivos del ingreso al colegio, además de considerar las anticipaciones o ideas previas que los niños tienen respecto al ingreso a clases.

Por eso aconseja a los padres preguntar a los hijos cómo imaginan esta nueva experiencia, qué miedos tienen, qué creen que va a suceder, qué piensan que no podrán resolver, y qué harían o cómo resolverían esa situación particular, etcétera.

“Si consideramos la opinión de ellos, es más fácil poder dar alternativas de acción y así responder concretamente a sus dudas, facilitando la adaptación”, explicó Natalia Valenzuela.

Todos los niños son distintos, por lo cual Natalia Valenzuela sugiere no entrar en comparaciones con los hermanos u otros niños sobre el primer día de clases, porque cada hijo tiene experiencias distintas, aunque viva en la misma casa y familia.

“La manera de enfrentar el ingreso a clases depende de factores que influyen de forma interdependiente, tales como la experiencia previa de otros conocidos que han ingresado a clases y que les cuentan sus buenas o malas experiencias, el temperamento y carácter, el espacio físico del aula, la cantidad de compañeros y la actitud de recepción de la educadora el primer día”, expresó la psicóloga.

“Por ejemplo, si un hijo es el primogénito y además tiene rasgos de extroversión junto a habilidades sociales, y percibe una adecuada recepción de los educandos en el colegio, tal vez sea más fácil que se pueda adaptar rápidamente a este nuevo ambiente”, comentó Natalia Valenzuela.

Por otro lado, si un niño no tiene experiencia previa en el sistema educacional y es más introvertido, es probable que llore y sienta ansiedad por la separación de sus padres.

Para la psicóloga de la Universidad San Sebastián esta conducta es absolutamente normal y los padres deben tratar de calmarlos e irse cuando todos los demás padres lo hacen, con absoluta tranquilidad y no traspasar sus miedos, culpas y angustias al pequeño, quien está explorando un lugar nuevo en el que existen adultos responsables preparados para cuidarlos y educarlos.

“Si el siguiente lunes vuelve a angustiarse, debe pensar que tal vez trata de manipular la situación para quedarse en casa con usted, no obstante, esta reacción es natural en este proceso nuevo de independencia temprana”, sostuvo Valenzuela.

La psicóloga sugirió siempre empatizar con los niños.

“Siempre les digo a los padres que evoquen la experiencia de su primer día de clases, que imaginen que tienen que ingresar a un trabajo nuevo o simplemente recuerden la ansiedad de la primera práctica profesional o experiencia laboral. Todas esas experiencias tienen algún grado de similitud que permite contactarse con las emociones e ideas que sus hijos pueden estar sintiendo y pensando en la actualidad”, dijo la psicóloga.