Corea del Norte aceptó suspender su programa de enriquecimiento de uranio con fines militares, una condición previa exigida por Estados Unidos para reanudar las negociaciones sobre el desarme y la ayuda alimentaria, indicó el sábado la prensa surcoreana.

Por su parte, Estados Unidos suministrará a Corea del Norte 240.000 toneladas de ayuda alimentaria, según la agencia de noticias Yonhap y el diario Chosun Ilbo, que citan a una fuente diplomática no identificada.

Este acuerdo tuvo lugar después de conversaciones del enviado especial estadounidense para los derechos humanos en Corea del Norte, Robert King, con el responsable de América del Norte en la cancillería norcoreana, Ri Gun, el jueves y el viernes en Pekín.

En el marco de esas discusiones, Corea del Norte se comprometió a “tomar medidas iniciales de desnuclearización que incluyen una suspensión de su programa de enriquecimiento” de uranio, afirmó Yonhap.

El régimen norcoreano parece haber accedido también a un sistema de verificación más estricto y transparente de la distribución de la ayuda alimentaria, como exigía Estados Unidos, para garantizar que sean los más necesitados quienes se beneficien del mismo, y no su aparato burocrático y militar.

Estados Unidos teme sobre todo que la ayuda sea desviada en beneficio del ejército o de allegados a la dictadura de Kim Jong-il. Es por eso que Washington prefiere ahora hablar de “asistencia nutricional” en lugar de ayuda alimentaria.

Las autoridades norteamericanas estudiaban desde hacía varios mesees la posibilidad de suministrar una ayuda alimentaria a Corea del Norte, que sufre de escasez crónica debido fundamentalmente al deterioro de su economía.

El éxito de esta reunión podría favorecer la reanudación de las conversaciones de los Seis (Estados Unidos, Rusia, las dos Coreas, China y Japón) para lograr la desnuclearización de Corea del Norte.

Corea del Norte rompió oficialmente todas las discusiones en abril de 2009, un mes antes de realizar un segundo ensayo nuclear.