La presidenta Dilma Rousseff admitió que Brasil tiene mucho que mejorar en la atención a los turistas de cara al Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos 2016, al juramentar al nuevo ministro de Turismo tras la dimisión de su antecesor por sospechas de corrupción.

El abogado y diputado del Partido del Movimiento Democrático (PMDB, centro) Gastao Vieira, de 65 años, asumió en reemplazo de su compañero de partido Pedro Novais, quien presentó su renuncia el miércoles en medio de un escándalo sobre uso de dinero público para el pago de sus empleados domésticos.

“Tengo la certeza de que este día, 16 de septiembre, a mil días de la Copa del Mundo, trae buenos augurios”, dijo Rousseff a Vieira en un acto en el Palacio de Planalto, sede del gobierno.

La mandataria agregó que “los desafíos se multiplican” de cara a los dos grandes eventos deportivos que acogerá Brasil entre 2014 y 2016.

“Hay mucho que hacer para mejorar la calidad de atención al turista. Necesitamos formar mano de obra”, dijo Rousseff, que enfatizó la atención bilingüe a los visitantes.

Vieira dijo que recibió “asustadísimo” la invitación para conformar el gabinete de Rousseff -conocida por su fuerte temperamento- y se comprometió a promover el sector como una alternativa a la expansión económica de Brasil, la principal economía latinoamericana y una potencia emergente mundial.

El Ministerio de Turismo enfrenta una investigación por desvíos millonarios de dinero público y la policía ordenó a inicios de agosto la detención de 38 personas vinculadas a esa cartera, entre ellas su número dos.

Rousseff, en el poder desde enero de este año, debió cambiar a cinco ministros en los últimos tres meses, cuatro de ellos por escándalos sobre desvío de fondos públicos y enriquecimiento ilícito.

La justicia aún no ha procesado a ninguno de los ex funcionarios implicados en esas denuncias.