El nuevo primer ministro japonés Yoshihiko Noda dijo este miércoles estar “preocupado” por el desarrollo militar de China y llamó a su vecina potencia a actuar como “un miembro responsable de la comunidad internacional”.

Japón desea estrechar relaciones con China en el contexto del cuadragésimo aniversario, el próximo año, del restablecimiento de relaciones diplomáticas, dijo Noda ante el Parlamento.

“Pero también estoy preocupado por el crecimiento del poder de su defensa nacional, que carece de transparencia, y por la aceleración de sus actividades marítimas”, dijo Noda.

“Espero que China juegue un papel adecuado como miembro responsable de la comunidad internacional”, dijo, agregando su intención de visitar ese país cuando sea de mayor provecho para ambas partes.

El nuevo primer ministro japonés, conocido por sus puntos de vista un tanto hostiles a China, en el pasado provocó irritación en Pekín cuando afirmó que importantes criminales de guerra japoneses durante la Segunda guerra mundial deberían dejar de ser considerados “criminales”.

Sin embargo, una vez llegado al poder se pronunció porque ningún miembro de su gabinete visite más el memorial Yasukuni de Tokio en honor a los muertos en la guerra, actitud saludada por los vecinos asiáticos de Japón.

En un informe anual sobre la defensa publicado el mes pasado Japón expresó su preocupación por la expansión naval de China en las cercanas aguas del Pacífico y por lo que llamó la “opacidad” de Pekín en lo que respecta el rápido aumento de su presupuesto militar.

China reaccionó airadamente, y su ministro de Exteriores calificó el informe de “irresponsable” e insistió en que la modernización de sus fuerzas tenía un carácter estrictamente defensivo.

A pesar de los estrechos vínculos económicos entre los dos países, las relaciones entre Japón y China son a menudo tensas, debido a que en China hay algunos que consideran que Japón no ha hecho lo suficiente para reparar las atrocidades cometidas durante la guerra.

En septiembre de 2010, las relaciones estuvieron en uno de sus peores momentos luego que Tokio capturó un pesquero chino que había embestido a un guardacostas japonés en las inmediaciones de islas que están en disputa.