La UEFA abrió un expediente disciplinario al entrenador francés del Arsenal, Arsène Wenger, por haberse comunicado el martes con el banquillo durante el partido de ida de la ronda preliminar de la Liga de Campeones de Europa, ante el Udinese (1-0), pese a que estaba suspendido.

Wenger fue sancionado con un partido de suspensión por haber criticado al árbitro en un partido de la ‘Champions’ frente al Barcelona la temporada pasada.

Pero durante el enfrentamiento contra el Udinese, el francés pasó mensajes a su equipo a través de uno de sus adjuntos, que llevaba teléfono y que se sentó a su lado en la tribuna de los Emirates Stadium de Londres.

Wenger se quejó de la falta de claridad de la normativa y aseguró que había sido autorizado inicialmente a realizar estos mensajes, aunque la UEFA lo desmintió más tarde.

El técnico galo se mostró este viernes “completamente sorprendido” por el giro de los acontecimientos. “Estoy totalmente sorprendido, pero estamos abiertos a cualquier expediente de la UEFA. No tenemos nada que ocultar y no creo que haya hecho nada malo”, señaló Wenger.